De acuerdo con la orden de arresto, Inprosol fue empleada para desviar recursos de Transcore Latam.
Santo Domingo. El caso Transcore Latam es complejo no solo por las acciones de sabotaje y la alteración de la red semafórica del Gran Santo Domingo, sino también por las complejas relaciones financieras que implican estructuras de lavado de dinero a través de varias compañías.
El aviso de detención emitido por el Ministerio Público muestra la implicación de compañías como INPROSOL S.R.L., empleadas para desviar recursos y ocultar capital adquirido de manera ilegal.
De acuerdo con el archivo, INPROSOL S.R.L. desempeñó una función crucial en el esquema de lavado de activos, facilitando la transferencia de fondos desviados de los acuerdos fraudulentos establecidos con el INTRANT, lo que no solo favoreció a los principales imputados, como José Ángel Gómez Canaán.
De acuerdo con la orden de detención, «el esquema de corrupción abarcaba la transferencia de dinero obtenido por Transcore Latam mediante un sistema de lavado de activos, que conllevaba transacciones a las cuentas de INPROSOL S.R.L., a Carlos José Peguero Vargas, Aquiles Jiménez y otros individuos bajo investigación».
Esta organización financiera ilegal facilitó la utilización de empresas encubiertas para desviar grandes cantidades de dinero sin generar sospechas.
Según la orden de detención, Carlos José Peguero Vargas, en su papel de colaborador en la red de lavado de dinero, «en colaboración con Gómez Canaán, tuvo la responsabilidad de movilizar recursos a través de INPROSOL S.R.L., desviando el dinero asignado a Transcore Latam S.R.L.»
El estudio resalta que estos recursos se repartieron entre diversas cuentas y entidades, algunas de ellas en el extranjero, lo que dificultó aún más el monitoreo del capital y la supervisión por las autoridades financieras de República Dominicana. Este sistema se creó para encubrir el procedimiento de los fondos, y su desmantelamiento se ha transformado en uno de los objetivos primordiales de las autoridades judiciales.