El paralelismo es evidente. La diferencia la hace la distancia entre las dos líneas que, aunque se juntarán en algún punto del infinito como sugieren los Postulados Euclidianos, debemos admitir que habrá de ser en escenarios muy diferentes o más bien, muy distantes.
Kamala Harris puede ser o no, presidente de Estados Unidos, si es elegida el 5 de noviembre próximo por el voto electoral; mientras que Faride Raful, ya ha sido nombrada por el presidente Luis Abinader para ejercer su nuevo y polémico cargo.
Esta similitud entre dos mujeres del siglo XX, separadas por tan solo tres escasos lustros de aliento y unos 5,000 km de distancia, las coloca en el centro del debate nuestro. Ellas, además de la profesión de abogadas y políticas que son, también enfrentan lo que pudiera ser el gran desafío de sus vidas: que es, demostrar que las mujeres “si pueden”.
Ambas salen al ruedo con iguales ventajas y similares hándicaps. Y por igual han de encarar a un enemigo común: el machismo ancestral, a veces silente, pero igual de perenne. Por suerte, el tiempo, que arbitra todos los conflictos, reconoce que tanto la una como la otra, son contendoras de la más alta estirpe, y les augura la gloria al final.
El mayor aval de Faride es su paso por el Congreso Nacional, donde ha dejado una serie de proyectos progresistas, al tiempo que marcaba la diferencia junto a otros legisladores, rechazando el capítulo populista conocido como el barrilito.
Por su parte, Kamala hizo carrera como Fiscal General de San Francisco CA; lo que le aportó una nutrida experiencia en la lucha contra el crimen en cualquiera de sus diferentes modalidades.
Las dos damas se distinguen por su ágil conversación y su gran capacidad de expresar lo que piensan. La solidez de sus criterios políticos ya les ha agregado un plus a sus figuras, tradicionalmente consideradas débiles por su condición de féminas.
Sin embargo, al momento de tomar posesión de su cargo como Ministra de Interior y Policía, el próximo 16 de agosto, la dominicana Raful tendrá que enfrentarse a una estructura de gobierno que solo en dos oportunidades ha sido comandada por mujeres.
Poner en práctica un estilo de dirigir que no deje dudas de que por ejemplo, el Jefe de la Policía Nacional está por debajo de ella en la pirámide gubernamental, luce que pudiera ser el mayor reto a superar por la aguerrida dama. La seguridad es un asunto de hombres, y de hombres con la “muñeca dura” es lo que piensa una gran parte de la población, incluidas las mujeres.
La realidad, según la opinión de los expertos es que la “piedra de toque” para esta joven mujer, mas que “ponerse los pantalones” es poder implementar con éxito la tan deseada Reforma Policial, el proyecto de más trascendencia en materia de seguridad ciudadana del gobierno de Luis Abinader.
Este último detalle, implica que la hija del poeta cuenta con el respaldo y la confianza del Presidente y que él pondrá en sus manos todas las herramientas necesarias para que se materialice la anhelada transformación del vetusto cuerpo policial en la moderna institución que el país necesita.
Para la prestante dama de Oakland, la Vicepresidente de USA, Kamala Harris, el escenario futuro es un tanto diferente al de nuestra Faride Raful, Senadora de la República y alta dirigente del partido de gobierno, empero, ambas se enfrentan a situaciones muy delicadas y donde tendrán que apelar a la inteligencia y el sentido común que se les atribuye.
La Vice llega al terreno actual contra todos los pronósticos pero, en realidad, sale de la chistera de uno de los magos más brillantes del tablado, al que una vez pase el “sorteo electoral” y los ganadores hayan cobrado sus premios, habrá que hacer justicia y reconocerle sus grandes dotes de actor y estratega: el presidente Joe Biden.
Contrario a Faride, Kamala necesita ganar el evento de noviembre y su accionar, por tanto, tiene que estar dirigido a lograr ese objetivo. Escoger su compañero de boleta, era la primera incógnita a despejar en la ecuación y aunque sorprendió a muchos, incluido el que escribe, parece que hizo una selección con una intención muy evidente: dividir el electorado nacional en dos grandes bandos.
Personalmente, yo apostaba a un Vice hombre, blanco y mas conservador que ella, por aquello del balance, y que además le sumara más votos electorales que los 10 que Thimoty Walz puede agregar como Gobernador de Minnesota. Pero su decisión, una vez confeccionada la boleta, ahora hay que verla desde otra óptica.
La estrategia de campaña demócrata luce clara: van a apostar a polarizar la nación, dividiendo los votantes entre ultra conservadores (Trump y Vance) y super liberales (Kamala y Tim). Y de entrada, las apuestas favorecen a los últimos, aunque por un estrecho margen.
La selección de Tim Walz como compañero de Kamala tiene otros ingredientes aparte del asunto de la polarización como estrategia demócrata. Se trata de que Walz, aun siendo un desconocido frente al gobernador de Pennsylvania, Josh Shapiro, que era el favorito de muchos por los 20 votos electorales del estado, acarreaba un lastre que pudiera resultar negativo para el voto popular.
El punto con Shapiro es que tiene una posición abiertamente pro-Israel y ello implica un inconveniente en estos momentos de confrontación interna en USA por la guerra en Oriente Medio. Además, los judíos votarían de todos modos por los demócratas, sus aliados de siempre. El problema sería con los musulmanes y pro árabes, que se pueden sentir rechazados por Kamala si es acompañada por un Vice de origen judío, y votar por Trump en represalia.
Por otra parte, Walz es un magnífico acompañante para Kamala, que además de su sólida hoja de servicio, y su influencia en sectores sociales claves como son los sindicatos, los veteranos, las mujeres y los grupos LGTB, también podría atraer el voto de los musulmanes, que tienen gran presencia en los estados indecisos electoralmente.
Creo que he dejado bien claro que, a pesar de mis diferencias con los demócratas, entiendo que hay que apoyar a Kamala y ser parte de la epopeya que, sin dudas, representará su triunfo. A Faride mi mas rotundo respaldo, porque no se trata de la hija de dos amigos como son Tony y Grey sino, de una mujer que teje su futuro, respaldando las mejores causas sociales y políticas.
¡Vivimos, seguiremos disparando.