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De la pobreza y hacinamiento, la dominicana Amayaliz Vargas Grullón brilla como comandanta de batallón en el ejército de Estados Unidos

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NUEVA YORK._ De vivir en la pobreza y el hacinamiento en Queens al extremo de tener que dormir seis en una cama, la dominicana Amayaliz Vargas Grullón nativa de San Francisco de Macorís en el Noreste de la República Dominicana, logró romper las trabas, romper las barreras para enrolarse en el Ejército de Estados Unidos (US Army), siguiendo los pasos de dos de sus hermanos y ahora, brilla como comandanta con rango de capitana en el 188º Batallón de la compañía Bravo en el Centro Médico de Excelencia (MEDCoE), un hospital para militares en San Antonio (Texas) el que también es enfermera destacada.

Amayaliz, fue reconocida por el ejército norteamericano en base a sus méritos, preparación, capacidad, servicio y dedicación a favor de los enfermos y los más necesitados, recibiendo la Medalla Meritoria de Servicio de manos del general  de división P. LeMaster, quien resaltó la trayectoria de la capitana dominicana.

Después de recibir la medalla, Amayaliz dijo sentirse orgullosa  a sus 33 años de poner en alto el nombre de su país.

“He sido muy afortunada con las oportunidades que como mujer y enferma tengo no solamente para cuidar a pacientes, sino también en tomar posiciones de liderazgo para poder destacarme”, agregó.

Relató que dos de sus hermanos también están en el ejército de Estados Unidos y ella quería seguirles los pasos.

“Ellos sabían que yo estaba en la universidad y me motivaron para entrar al ejército y graduarme como oficial”, reveló.

Es casada y con hijos.

Desde República Dominicana, su padre Armando Grullón  dijo en una entrevista virtual con el canal 47 de Telemundo que dormían seis en una cama y la capitana reconoce los sacrificios y el esfuerzo que él hizo para criar y llevar adelante a sus hijos.

La familia llegó a Nueva York a comienzos de los años noventas y Amayaliz es la menor, teniendo seis años de edad cuando llegaron.

“Hubo personas que trataron de motivarnos diciéndonos que teníamos cuatro niños y podíamos buscar ayuda social del estado, sin tener que trabajar”, añadió el papá.

La madre, Maridelsa Vargas de Grullón  recordó que ella lloraba diariamente en el tren porque regresar a la República Dominicana.

“Yo pensaba que estábamos pasando mucho trabajo en Nueva York”, añadió.

La capitana dice que ella siempre estará muy orgullosa de sus padres porque por ellos es que ha tenido la iniciativa de seguir hacia adelante y tratar de ser un ejemplo.

Está a la espera de un aviso para ser aceptada o no en un doctorado con el que avanzará en su carrera.

El reconocimientos se le hizo durante un panel que organizó el hospital en el que se expusieron puntos de vistas sobre el papel de la mujer en el servicio militar como parte de la celebración del Mes de la Historia de la Mujer con una muestra representativa de líderes de todo el comando en el Edificio de Apoyo Académico en la Base Conjunta San Antonio Fort Sam Houston.

Amayaliz  fue la moderadora  del evento.

A ella se le unió en el escenario un panel compuesto exclusivamente por mujeres oficiales y suboficiales del MEDCoE como  la mayor Elizabeth Sebero, la capitana Cotrena Brown Johnson, la subteniente Cathryn Guzzwell,  sargento de mando.

También la Mayor Deanna Carson, 1er sargento, Annie Thornton y la sargento  Sahara McCrary.

El panel fue una oportunidad para destacar las experiencias mutuas y las lecciones aprendidas de otras mujeres en el ejército al comienzo del Mes de la Historia de la Mujer.

“Las mujeres han jugado un papel vital en nuestro ejército desde la Guerra Revolucionaria”, dijo Vargas en su discurso de apertura.

“Hoy en día, las mujeres sirven en todos los campos profesionales del ejército y son miembros fundamentales del equipo de acuerdo con estadísticas recientes del ejército”, explicó.

Aproximadamente el 18% de la fuerza total del Ejército son mujeres, y todos los puestos en el ejército están abiertos a mujeres. El 38%  del Departamento de la Fuerza Laboral Civil del Ejército son mujeres.

El Ejército ha accedido o transferido a más de 1.400 mujeres soldados a ocupaciones de infantería, armaduras y apoyo de fuego. Treinta y ocho mujeres se han graduado de la escuela de guardabosques.

Reconocimientos y promoción

Entre otros reconocimientos Amayaliz ha sido ha recibido las medallas de Logro de Servicio Adjunto, Servicio de Defensa Nacional, de Guerra General en Terrorismo y la Cinta de Servicio del Ejército.

Es graduada  en Ciencias de Enfermería, en la Universidad de Hofstra de Nueva York.

El ejército la designó como instructora del Programa Práctico de Enfermería del Centro Médico Nacional de Walter Reed en Maryland y jefa de enfermeras del personal médico de emergencia del equipo de salud peroperatorio del hospital comunitario del ejército en    el fuerte Riley, en Irwin, Kansas.

El general dijo que la oficial alcanzó el tope del 5% dentro de sus compañeros, y recibió también el premio de cadete superior en su último año de ROTC.

“La capitana Vargas Grullón recibió completo el entrenamiento de instructora de la Escuela de Defensa de Información, curso de cuidados de casualidades de combate de AMEDD y el curso de entrenamiento militar inicial de la compañía de primer sargento logrando superar hasta alcanzar el merecido rango que hoy ostenta”, apuntó dijo el ejército de los Estados Unidos en su página oficial.

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