De Polanco a la JCE & De Biden a Trump
Nueva York: Salvando la diferencia, este artículo intenta plantear un contraste entre lo que es el sistema electoral estadounidense, definido por el respeto, las garantías de derechos civiles y políticos para los actores en un proceso eleccionario; con la vergüenza en que degeneró el sistema electoral dominicano en Estados Unidos, cuando valiéndose del poder, vulneraron todos los derechos constitucionales y políticos del Dr. Yomare Polanco y sus constituyentes.
Para que la comunidad dominicana pueda equiparar lo que es el irrespeto a las leyes, que las autoridades electorales dominicanas no fueron capaces de observar en el pasado proceso del diputado de ultramar en la Circunscripción 1 de Estados Unidos.
La noche del martes asistimos al proceso electoral estadounidense más atípico, en medio de una pandemia que promete doblegar, no solo la principal economía mundial, sino que está socavando las mismas simientes del sistema de salud nacional.
Rápidamente, el presidente Trump se declaró ganador de las elecciones.
Cuando empezó el conteo de los votos, todo parecía prometedor para los rojos, las circunstancias indicaban que el país se había inclinado hacia el ala conservadora.
El sistema electoral es tan maduro que no importó que el presidente se declarara ganador de las elecciones. El conteo continuó al margen de esas presiones políticas. No obstante, a las 3 de la mañana la balanza empezó a cambiar y desconcertaba al más incrédulo de los analistas políticos del país.
Tiempo después el presidente Trump se mostraba incrédulo con el giro de 360 grados que había dado el proceso al cambiarse la balanza de rojo a azul. Es entonces cuando el presidente anuncia que acudirá a los tribunales si los votos anticipados de algunos estados le perjudicaban, para hacer respetar lo que él entiende que la voluntad de sus electores había sido vulnerada y declaró que todo llegaría hasta la Suprema Corte de Justicia estadunidense.
Es decir, el propio presidente en este país sabe que, en caso de irregularidades, hay un solo camino, acudir a los tribunales para que se pueda dilucidar el problema surgido.
En cambio, en las pasadas elecciones dominicanas en EE. UU., asistimos a unos lúgubres acontecimientos que nos llenaron de vergüenza, que pusieron a la JCE, al encargado del voto del dominicano en el exterior, Gilberto Cruz Herasme, y a la OCLEEs en los lugares más ínfimos de la historia.
Nunca se había observado un evento de esta naturaleza en un sistema electoral dentro de una democracia. Pues la negación de justicia es un crimen irreversible. Yomare Polanco estaba perdiendo por 28 votos, bajo el sistema de D’Hondt, pero a su candidatura le habían anulado 5, 667 votos, razón por la que pidió una revisión que le fue negada por la OCLEEs de Nueva Jersey, Pennsylvania y Washington, DC.
No conforme con ello, el Dr. Yomare Polanco y el partido de la Lieberación Dominicana ( PLD) acudieron al Tribunal Superior Electoral (TSE), organismo que correspondió dictando una sentencia que ordenaba la revisión de todos los votos nulos. No obstante, cuando se trató de ejecutar el mandato de la referida sentencia, no fue posible, porque el “dueño y señor del circo”, Gilberto Cruz Herasme, director del voto del dominicano en el exterior de la JCE, había ordenado triturar y tirar a la basura todos los votos nulos que el TSE había ordenado recontar.
Así de simple. Cercenaron los derechos constitucionales de un candidato, cuyos constituyentes, casi 15 mil (mal contados) merecieron un respeto que no encontraron en un régimen electoral dominicano fallido y sin consecuencias.