Declaran muerte cerebral a bodeguero baleado en Filadelfia.
Philadelphia, PA: Luis Rodríguez, hijo Darío Rodríguez, bodeguero dominicano herido de bala frente a su negocio, “Ureña Fresh Market” el domingo por la noche, dijo a la cadena Telemundo62 que los médicos del hospital que lo asisten le declararon muerte cerebral y que solo esperan la orden de él para desconectarlo de la máquina que lo mantiene con vida.
El joven declaró entre llantos que no ha dado la orden esperando que sus hermanos y familiares pasen a verlo para darle el último adiós. ”Es difícil de procesar esto ahora mismo, usted me entiende? Porque yo nunca pensé que a mi padre le pasara esto”.
“Él, lo único que hacía era trabajar y trabajar para darle un bienestar a sus hijos y vienen estos desgraciados a cegarle la vida”, dijo Nélsida Rodríguez, hermana de la víctima.
“Esto sucedió supuestamente por una mascarilla, porque nosotros les reclamamos siempre en el día a día que a todos los clientes que entran a nuestros negocios que se pongan las mascarillas. Entonces tenemos que hacer un equipo conjuntamente con la ciudad y la misma policía ayudarnos también a nosotros”, expresó Ramón Jáquez, miembro de la Asociación de Bodegueros de Filadelfia.
Los familiares han dado a conocer una versión, no confirmada por las autoridades, que el suceso vino como consecuencia de una discusión entre la víctima y un cliente por el uso de mascarilla dentro del negocio, un poco más temprano, lo que animó al sospechoso a regresar a la hora del cierre para sorprender por la espalda y herir mortalmente al bodeguero, mientras su otra hija esperaba dentro del negocio.
Un nutrido grupo en representación de la Asociación de Bodegueros de Filadelfia, se presentó frente a la bodega, que permanece cerrada, para dar apoyo a los familiares y se manifestaron con consignas de “queremos justicia!”.
Los bodegueros de Filadelfia, mayormente dominicanos, viven al límite, porque sus negocios se encuentran ubicados en los peores sectores de la ciudad de Filadelfia. En la “tierra de nadie”, donde los crímenes violentos se suceden uno detrás del otro, casi siempre relacionados con atracos a tiendas minoristas y conflictos internos entre grupos de pequeños y medianos distribuidores de drogas en los sectores más paupérrimos de la ciudad. Desde hace muchos años el sector de los bodegueros viene aporratando una alta cuota de muertos y víctimas.
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