Del dolor a la ira ante presunta negligencia de los propietarios del Jet Set

Nueva York: El colapso del techo de la discoteca Jet Set marcará un antes y un después en la historia de las regulaciones estructurales en la República Dominicana. Se desconoce con qué frecuencia las autoridades realizan inspecciones en los edificios y cuándo fue la última vez que se efectuó una en el Jet Set.
Sin embargo, sí se han realizado múltiples denuncias y circulado videos en redes sociales que muestran las deplorables condiciones en las que, presuntamente, se encontraba el techo de la discoteca antes de su colapso. Era de conocimiento público que el lugar había sufrido un conato de incendio en 2023. Las denuncias también hablaban de filtraciones significativas y desprendimiento de sedimentos del techo, que incluso llegaron a afectar a algunos clientes.
Antes del colapso de un techo deteriorado, existen varios signos y cambios estructurales que pueden ocurrir. Es precisamente este proceso el que podría comprometer a los propietarios del Jet Set.
Estos signos incluyen grietas visibles en el techo o en las paredes cercanas, que pueden aparecer debido a la debilitación de los materiales, deformación o hundimiento, filtraciones de agua, ruidos extraños, desprendimiento de materiales, olores a humedad o moho, corrosión en las vigas de metal y pérdida de estabilidad estructural.
No actuar ante estos signos podría ser considerado, en los tribunales, como una negligencia masiva, lo que podría dar pie a múltiples procesos judiciales, tanto en el ámbito penal como civil.
En estos momentos de profundo dolor para la sociedad dominicana, no hay espacio para nada más que lamentar la pérdida de vidas humanas, los mutilados y los moribundos. Sin embargo, es evidente que muy pronto este sentimiento de dolor dará paso a la ira… esa ira que surge al ver cómo una figura como Rubby Pérez fallece de esta manera, y tantas personas buenas pierden la vida aplastadas por una muerte agónica que no merecían.