Demócratas deben deshacerse del obstruccionismo republicano, según exfuncionario de Clinton
El exsecretario de Trabajo, Robert Reich, explica por qué la supervivencia de nuestra democracia depende de que los demócratas del Senado eliminen el obstruccionismo. “Puede que Mitch McConnell ya no sea el líder de la mayoría en el Senado, pero los republicanos aún pueden bloquear la legislación apoyada por la gran mayoría. Eso se debe a una regla del Senado llamada obstruccionismo. Si tenemos alguna esperanza de salvaguardar nuestra democracia y marcar el comienzo de un cambio transformador, los demócratas deben ejercer su poder para deshacerse del obstruccionismo, y rápido.
El obstruccionismo es una regla del Senado que requiere una supermayoría de 60 votos para aprobar la legislación. Lo que significa que una minoría de senadores a menudo puede bloquear la legislación que la gran mayoría de los estadounidenses desea y necesita”, agregó.
“No está en la Constitución. De hecho, podría decirse que es inconstitucional. Alexander Hamilton consideró una regla de supermayoría como “un veneno” que conduciría a “compromisos despreciables del bien público”.
Incluso sin el obstruccionismo, los republicanos del Senado ya tienen una influencia enorme. Los 50 de ellos representan 41 millones y medio menos de estadounidenses que los 50 demócratas del Senado. Wyoming, con 579.000 personas, tiene dos senadores. California, con 40 millones también tiene dos senadores.
Mientras tanto, los estados controlados por los republicanos se están preparando para aprobar leyes de votación aún más restrictivas junto con una manipulación partidaria adicional que podría permitir a los republicanos en Washington mantener el poder durante la próxima década.
La mejor manera de prevenir esto es con estándares electorales nacionales a través de la Ley Para el Pueblo y la Ley de Derechos Electorales de John Lewis, pero estos importantes proyectos de ley están bloqueados mientras el obstruccionismo permanezca en su lugar.
El filibustero tiene sus raíces en el racismo. A fines del siglo XIX, los senadores del sur diseñaron el “obstruccionismo parlante”, en el que un miembro podía retrasar la aprobación de un proyecto de ley con un discurso largo, para proteger a la minoría del Senado pro esclavitud.
La versión actual del filibustero, que requiere 60 votos para terminar el debate, fue popularizada en la era de Jim Crow por senadores del sur que buscaban evitar la aprobación de leyes de derechos civiles. Desde el final de la Reconstrucción hasta 1964, el obstruccionismo se utilizó solo para acabar con los proyectos de ley de derechos civiles.
Los senadores ahora pueden usar un proceso llamado “reconciliación” para aprobar leyes sobre asuntos presupuestarios, que requieren una mayoría de 51 votos. Pero el obstruccionismo aún puede detener los proyectos de ley sobre el derecho al voto, la crisis climática, la reforma del financiamiento de campañas y otra legislación crucial que los estadounidenses necesitan, y en la que Joe Biden ha basado gran parte de su presidencia.
Deshacerse del obstruccionismo también es una buena política. Mientras el obstruccionismo esté intacto, los republicanos del Senado podrían mantener al Senado en un estancamiento y luego postularse en las elecciones intermedias de 2022 por el fracaso de los demócratas en hacer algo.
“La buena noticia es que el obstruccionismo es una regla del Senado. Como dije, no está en la Constitución. Ni siquiera está en una ley. Como cualquier otra regla del Senado, puede ser modificada por una mayoría simple de senadores”.
Con la vicepresidenta Kamala Harris sirviendo ahora como voto de desempate, los demócratas del Senado pueden y deben abolir el obstruccionismo.
Hay algunos demócratas del Senado conservadores a quienes no les gusta la idea, pero Joe Biden y Chuck Schumer pueden hacer que se alineen. De eso se trata el liderazgo. Deben poner fin al obstruccionismo y hacer que Estados Unidos se mueva. Ahora.
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