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“Dia Mundial de la Tierra llueven libros en primavera desde USA hacia Italia”

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Por Lucila Del Rosario   

Escritora y Psicóloga PhD

omiamerica@gmail.com

Día Mundial de la Tierra voy a celebrar la vida

De la belleza que habita toda la tierra bendita

Desde República Dominicana y Philadelphia, Pensilvania

llueven libros como versos en la Pisa de Galileo que se expanden toda Italia.

Desde Enero 2011 fui regando las semillas

en tierras del Vaticano y de una Roma cálida y viva;

Junto a niñas escritoras quienes fundan la institución CRESO:

Beatriz, Michel y las 2 Isis unidas difunden en perfecto tiempo,

entre ferias y mundo de maravillas: su legado al mundo entero.

Luego volví a plantar a la Italia en Junio del 2013,

entre sus artes y esculturas milenarias,

entre góticos-romanos edificios,

entre, uvas, vinos, pastas y con sus cordiales gentes.

Desde allí el 2017 hasta África llevéla siembra

a sus nativos africanos que en Pisa mi llegada fiel ;

y entremezclando culturas, lenguas e historias de calamidades

les dejé técnicas como remedios para aumentar sus destrezas

estando en tierras extranjeras y reducir sus pesares.

Dia Mundial de la Tierra siembro libros por la vida

renaciendo así en mi alma energía que vigoriza.

Llueven libros en Italia y surcan el 2020

combatiendo la pandemia, fortaleciendo alma y mente.

Mis aliados son los árboles, hojas frescas, pasto verde,

y entre retos y técnicas claves están reaprender y vivir alegres.

Crecen los libros plantados entre olivos en soleado Santo Viernes

bendecidos por la noche, el roció y los ancestros

abriendo sus páginas a la vida a la tierra y al sol naciente

y a la aurora del Sábado Santo, recibiendo la gloria del Domingo

y de un Cristo que es resucitado, quien nos renueva en cada respiro.

Si mi Tierra en primavera, plantando con mis pies descalzos

mis libros en suelo de Toscana que en Philadelphia he sembrado,

riego en África, pero más en Italia semillas que ya había cultivado

en tierras de República Dominicana a mis 16 abriles y durante mozos años.

Si mi Tierra en primavera, prefiero al llanto ideas sembrar,

celebrando cuaresmas y pascuas y a la vez reflexionar

sobre un renacer desde mi alma y con la naturaleza renovar

días de penumbra por cuarentena y más esperanza y libros plantar.

Si, entre los verdes olivos y con sus ramas hablar

prefiero que crean que estoy loca a cientos de euros adeudar

por un toque de queda violado que a muchos puede afectar;

incluyendo a profesionales que sacrificándose están.

Por ellos descalza esparzo mis libros por la plantación,

y con respiro y fe intensa repito del Padre Nuestro la oración

junto a las aves que con sus cantos

difunden al cielo mi misión, y en silencio el viento mece

páginas sueltas al suelo como notas de una canción

Si mi tierra desde la Italia junto a tus árboles sigo orando

pidiendo por Europa, por África, por Asia,

por Australia, Antártida y América

y un poco más por New York

que en el epicentro del mundo se convierte azotado por un virus

que quiere robar a “La Libertad” su corona

bajar su brazo, apagar su antorcha

quitarle de sus ojos el velo y sumergirla en dolor.

Si mi tierra, también ruego por inmigrantes que se embarcan en tripulación

que de varias partes zarpan, como una de las tantas que a Italia llegó

Abril 12 Domingo de Cuaresma desafiando, mar, guardias, fronteras

por un refugio soñado y huyendo de la miseria en busca de compasión;

entre sinfonías que en plazas desiertas vemos desde plataformas virtuales

y conciertos de artistas clásicos, famosos y populares

e Iglesias que a fotos en las banquetas graban cultos, misas y rezan

entre salmos y cantares, entre más penas y funerales.

Por eso “Dia mundial de la Tierra” sigo orando y leyendo en la alborada

a los olivos, a las aves, al suelo y a raíces que alimenta mi vida cada mañana;

y me fluyen nuevos versos cuan la lluvia refrescando mi mente, espíritu y alma

declamando mis nuevos proyectos en poesías esperando que “La Fase 2” abra

desde República Dominicana a Philadelphia y luego a Egipto y luego a Italia.

y todo el planeta plasmen bellas melodías al viento y que se plasme en los cielos

mi regreso llena de vida hacia mi familia amada.

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