Dominicanos acusados de traficar heroína y cocaína por mensajes de textos en tienda de dulces
NUEVA YORK._ Agentes federales anti drogas y policías locales, capturaron a seis dominicanos liderados por Ariel Tavarez (Mike), de 38 años de edad y los acusaron de pertenecer a una narco banda que traficaba heroína y cocaína por mensajes textos, teniendo como “punto” una tienda de dulces conocida como “Mike´s Candy Shop” en Manhattan.
Tavarez, quien fue detenido junto a otros cinco integrantes de la banda, Christian Báez, Luis Mesón, Gregory Martínez, Kevin Grullon, y Jeffrey Ureña, todos, acusados formalmente ayer jueves en la Corte Federal del Distrito Sur, residía en Pensilvania, de donde se desplazaba a Nueva York para estar al frente de las operaciones de drogas.
La investigación dio al traste con Tavarez y su grupo, después que uno de los adictos que le compraba drogas, fue hallado muerto por una sobre dosis de heroína mezclada con cocaína, según el expediente.
Los pedidos de entrega de las drogas eran realizados por mensajes de textos a un número de teléfono centralizado y denominado «Número Candy Shop».
Los clientes se reunían con Báez, Mesón, Grullón y Ureña, que actuaban como mensajeros, para recibir las drogas pedidas.
A diferencia de una tienda de golosinas normal, “Mike’s Candy Shop” operaba siete días a la semana por las noches y hasta el mediodía, entre 6:00 de la tarde a 12:00 meridiano, con excepción de los días festivos más importantes, como Acción de Gracias, Noche Buena y Día del Trabajo.
Los acusados distribuyeron y entregaron docenas de kilos de heroína y cocaína en toda la ciudad de Nueva York, dijeron los fiscales, y evadían el arresto, vendiéndoles a adictos a los que clientes habituales les recomendaban.
Los federales se enteraron de la operación de tráfico de drogas después de que un adicto fue encontrado muerto por una sobredosis de heroína y cocaína en Manhattan el 16 de diciembre de 2018.
La policía dice que encontraron viales vacíos con tapas de colores, que tenían la marca «Mike’s Candy Shop», y el celular de la víctima con mensajes de texto al número usado para los pedidos de las drogas.
El adicto fallecido, había pedido narcóticos a Tavarez en varias ocasiones, incluido el día anterior a la sobredosis, de la que murió.
Una «camisa» era un pedido de un vial de cocaína, mientras que un «libro» era la palabra clave para diez sobres de heroína de cristal, ya que la banda hacía que pedir narcóticos fuera tan fácil como pedir pizzas.
Las autoridades dijeron que los nuevos clientes necesitaban una referencia de un comprador existente antes de que se les tomara un pedido o se hiciera una entrega.
El número de teléfono se cambiaba periódicamente por razones de seguridad, y la banda usaba a menudo un lenguaje codificado cuando hablaba de los negocios sucios.
Un oficial encubierto, a pesar de las precauciones tomadas por la operación, compró heroína y cocaína el 10 de enero de 2019, solo semanas después de que el adicto muriera.
Los fiscales dicen que los narcos tenían media docena de cuentas bancarias que fueron embargadas junto con los bienes materiales adquiridos por los acusados.
Los seis son imputados por un cargo de conspiración para distribuir heroína y cocaína.
Si son declarados culpables, enfrentan hasta 10 años en la cárcel.