Dominicanos residentes en EE.UU. deploran declaraciones del presidente Medina sobre deportados
EE.UU. – El congresista dominicano en la Cámara de Representantes, Adriano Espaillat, calificó de inapropiada y falsa la acusación del presidente Danilo Medina, quien el fin de semana atribuyó a los criollos deportados desde Estados Unidos la delincuencia y los crímenes en la República Dominicana.
También el empresario y sociólogo Jaime Vargas consideró desatinadas las declaraciones del jefe de Estados y dijo creer que los asesores de Danilo volvieron a poner en su boca datos falsos que se contraponen a la realidad actual de la sociedad dominicana.
Espaillat sostuvo que la República Dominicana recibe más beneficio que consecuencias negativas con la presencia en el exterior de los dominicanos en Estados Unidos.
“Eso es falso, considero que es una declaración un poco inapropiada, nosotros somos una comunidad que mandamos miles de millones en remesas (…). La República Dominicana se beneficia altamente de nuestra presencia en el exterior, muy en particular, aquí en Estados Unidos”, insistió.
Afirmó que los dominicanos que residen en Estados Unidos últimamente cuando visitan a su país de origen gastan como turistas porque se van a los resorts con toda su familia que permanece en República Dominicana, que no ha tenido la oportunidad de ir a esos lugares.
“Como turistas, vamos a los resorts, donde invitamos a nuestras familias, muchas de las cuales nunca habían visitado ningún tipo de resort allá para que compartan con nosotros el turismo dominicano”, afirmó.
Dijo que, naturalmente, el Gobierno de los Estados Unidos sigue siendo el socio principal comercial de la República Dominicana.
En tanto que Vargas, quien es expresidente del Club Demócratas por Un Cambio en el Norte de Manhattan, dijo que puede dar testimonio fehaciente de que lo dicho por el mandatario, carece de veracidad.
Sostuvo que como empresario puede dar testimonio de que el mandatario dominicano no tiene razón.
Dijo que cuando regresó a la República Dominicana abrió un call center donde tenía a más de 400 deportados trabajando con él en Santo Domingo.
“Ellos fueron los mejores empleados que he visto en toda mi vida. Se comportan bien, porque saben que ya no tienen más oportunidades, yo creo que muchos de los jóvenes que son deportados son repatriados en muchos de los casos no por delincuencia, sino por delitos menores como problemas con sus familias, tomar alcohol en las calles o manejando y otros de índole muy pequeña que no tienen que ver con el nivel de delincuencia que se les quiera atribuir allá”, explicó Vargas.
Cree que, de los dominicanos deportados, algunos cometen errores, pero que la delincuencia hay que evaluarla desde otro punto de vista.
“Ellos (los deportados) no son el problema de la sociedad dominicana, que tiene que revaluarse y enfocarse desde otro punto de vista, que yo califico de muy desatinada la declaración de Danilo Medina”, añadió.
Expuso que puede “haber unos cuantos (deportados) en un porcentaje muy bajo que siguen cometiendo sus errores, pero como sociólogo estoy seguro y (por) haber estudiado mi sociedad, que hay cosas que hay resolver, como garantizarle más empleos a esa juventud y a los mismos deportados”, dijo Vargas, que es también el presidente del Movimiento Amigos de Leonel en Estados Unidos.
Espaillat agregó que los dominicanos en el exterior son vitales para la economía de República Dominicana.
“Yo diría que, si desaparece eso, se hunde la economía dominicana, entonces no hay razón para destacar lo que podría ser algo tan pequeño, que es un sinnúmero de personas que tuvieron problemas legales aquí y regresan a su país natal”, agregó.
Dijo que todos los países, incluidos Estados Unidos y República Dominicana, tienen derecho a entrar en un convenio con un visitante o un residente, poniéndole la condición de que se puede quedar en el país si se ajusta a las leyes, pero si rompe ese convenio, tiene que volver de donde viene.
“Eso sucede aquí en Estados Unidos como en la República Dominicana y en todos los países del mundo”, precisó Espaillat.