Dos personas mueren en las inundaciones en Vermont por remanentes de Beryl
Dos personas murieron en Vermont debido a las inundaciones causadas por los remanentes del huracán Beryl, indicaron funcionarios el jueves.
El agua arrastró a un conductor en su vehículo el miércoles en la localidad de Lyndonville mientras intentaba cruzar un camino inundado, dijo el teniente Charles Winn de la Policía Estatal de Vermont.
Las autoridades hallaron el vehículo más tarde ese día, agregó Winn. Su cadáver fue recuperado el jueves por la noche. No se ha dado a conocer su nombre.
Otro hombre murió en Peacham cuando la crecida se lo llevó mientras conducía un vehículo todoterreno, dijeron funcionarios.
Los remanentes de Beryl arrojaron intensas lluvias sobre Vermont, llevándose gran parte de un edificio de apartamentos, derribando puentes, aislando poblados y volviendo a traumatizar a un estado que aún no se recupera por completo de inundaciones catastróficas ocurridas hace exactamente un año.
Más de 100 personas fueron rescatadas por cuadrillas especiales para aguas rápidas durante los peores momentos de la tormenta, que comenzó el miércoles y se extendió hasta el jueves, dijeron autoridades. En el pueblo de Plainfield, los residentes de un edificio de apartamentos sólo contaron con minutos para evacuar antes de que el agua lo destruyera, dijo el director para el manejo de emergencias del poblado.
Los habitantes de diversos poblados salieron de sus viviendas el jueves para evaluar los daños a lo largo de un corredor entre las colinas que bordean el río Winooski, vinculados en su mayor parte por la carretera federal 2. Partes de esa vía estaban cerradas, al igual que docenas de otros caminos. Se abrieron albergues en varias comunidades.
«Hay lodo por todas partes», dijo Art Edelstein, que evaluó la destrucción en una casa en Plainfield que ha sido de su propiedad desde hace 50 años. «Esto es, en mi opinión, catastrófico. Nunca he visto nada como esto».
El diluvio arrojó más de 15 centímetros (6 pulgadas) de lluvia sobre partes de Vermont, y la lluvia más intensa cayó en las mismas áreas devastadas el 10 de julio de 2023, dijo Marlon Verasamy, del Servicio Meteorológico Nacional en Burlington. Para el jueves por la tarde, los ríos estaban crecidos prácticamente en todas las localidades.
«No pasa desapercibida para ninguno de nosotros la ironía de que la inundación ocurriera en el primer aniversario del día en que muchos pueblos fueron afectados el año pasado», dijo el gobernador Phil Scott a reporteros.