Educadora dominicana reconocida como madre ejemplar aboga por formación con valores en hogares de RD
La reconocida educadora dominicana radicada en Nueva Jersey, ingeniera química Josefina Polanco, reconocida con el pergamino Manuela Diez como Madre Ejemplar por el Instituto Duartiano, USA, abogó porque en los hogares de las familias en la República Dominicana, se recupere la formación en base a los valores morales y éticos de la sociedad.
La doctora Polanco, esposa del doctor Yomare Polanco, especialista en bioquímica, trabajó por 15 años en la prestigiosa empresa Industrias Polanco y con los años, se encontró con su verdadera vocación, que es la de educar a estudiantes meritorios de las secundarias, quienes reciben créditos universidades, mientras estudian el bachillerato.
Actualmente es profesora de ingeniería química en la escuela secundaria de Bound Brook en Nueva Jersey, y dijo que el papel de la mujer y madre dominicana, es muy importante, porque ellas tienen la misión de encaminar los hijos y hacerlos hombres y mujeres de bien.
Tiene tres hijas y todas están graduadas con maestrías en universidades de Nueva Jersey, y están trabajando activamente, siendo mujeres hoy mujeres de bien, dijo con orgullo la señora Polanco.
“Eso ocurre con mis hijas, gracias a la labor de madre que una hace”, agregó.
Explicó que la responsabilidad de criar a los hijos, no se le debe dejar a las escuelas, porque los padres tienen el rol estelar de ayudar y orientar adecuadamente a sus hijos, inculcándoles los mejores valores cívicos y sociales.
“Esa formación no se hace en la escuela, es la familia, los padres y hasta los vecinos, los que tienen que ver con ello”, añadió.
Relató que cuando ella estaba siendo criada y los vecinos, la veían en actividad que consideraban no adecuadas para ella, le caían a chancletazos y la llevaban a la casa.
“Tiene que volver a integrarse el núcleo familiar, aunque los maestros jugamos un papel importante en eso, pero todo el trabajo puede hacerlo el profesor, la familia tiene el papel sustancial”, dijo.
“Si el muchacho es malcriado en su casa, también es malcriado en la escuela, el maestro ayuda, pero los estudiantes deben recibir el apoyo y la educación primaria en el núcleo familiar”, insistió.
“El mensaje a los padres, es que les den amor y cariño a sus hijos, que traten de hablar con ellos y tratar de ser amigos de los hijos”, añadió.