EE.UU vendió sus prisiones, los cabilderos sobornaron legisladores, los negros y latinos pagaron el precio
Nueva York: Desde 1980 el expresidente Bill Clinton aprobó la privatización de las prisiones en EE.UU. Las corporaciones procuraron introducir cambios en las leyes que regulan la libertad condicional o “parole”, que obligan a los ciudadanos que salen bajo pena cumplida o libertad vigilada, que va en muchos casos de 5 a 30 años, período mediante el cual, si la persona comete cualquier delito, aunque no sea violento, se le suprime su libertad y lo regresan a prisión a pena cumplida, que en muchos casos es de por vida.
Las estadísticas oficiales indican que casi la totalidad de los convictos que salen del sistema, regresan a prisión y eso se atribuye a la voracidad del sistema de prisiones privadas.
En 2020, los dos gigantes de las prisiones privadas de EE.UU, CoreCivic y GEO Group, lograron ingresos operativos de 1.900 millones y 2.300 millones de dólares, respectivamente. Son de las empresas que mejor cotizan en la Bolsa de Lea más: (Wall Street de New York.
Las corporaciones hacen ofertas atractivas a los estados para recibir a los confinados de las cárceles estatales. Las ofertas parecieron muy buenas, porque en vez de tener los gastos por cada preso, pagan mucho menos a esas empresas, que, además, se encargan de construir modernas cárceles, pagan la seguridad y todo el personal correccional.
En la práctica ha sido todo lo contrario. Cuando el estado negocia una nueva concesión se compromete a llenar estos recintos privados. Una cárcel vacía es una calamidad económica, si es así, el Estado debe pagar una compensación por unas instalaciones pobremente vigiladas, galerías comunales y prácticamente nulas oportunidades de reinserción.
Cuando las corporaciones compran los prisioneros, también adquieren sus derechos, razón por la que han construido talleres de hambre dentro de las prisiones privadas, convirtiendo a los prisioneros en obreros sin prestaciones ni derechos laborales cuya paga oscila entre 0.25 centavos de dólares a $1.25 la hora. No hay nada más parecido a un esquema legal para restablecer la esclavitud.
Cuando esto sucede, contrataron las oficinas más agresivas de cabilderos que compraron a muchos legisladores para que escribieran propuestas legislativas nocivas, que dieron origen a leyes tan repugnantes, como la ley de “Tres Estrikes”, que aplica condenas más largas, incluso a los acusados de delitos no violentos, consiguiendo sentencias de 30 años o de por vida, por haber cometido 3 felonías, tan simples, como ser apresado con un gramo de mariguana por tres ocasiones.
Parte de las corporaciones que compran productos elaborados en los talleres de las prisiones privadas son: IBM, Boeing, Motorola, Microsoft, AT&T Wireless, Texas Instruments, Dell, Compaq, Honeywell, Hewlett-Packard, Nortel, Lucent Technologies, 3Com, Intel, Northern Telecom, TWA, Nordstrom, Revlon Macy’s, Pierre Cardin, Target Stores y hasta las sensuales piezas de Victoria’s Secret.
¿Cuál ha sido el pago para las comunidades negras y latinas?
Después de la aparición del “Sistema de Privatización de Prisiones”, la población carcelaria en Estados Unidos se multiplicó por 700. Ese crecimiento fue estimulado considerablemente durante el gobierno del demócrata Barack Hussein Obama, que criminalizó los delitos migratorios, dejando una enorme reserva de latinos en prisión. En algunas ciudades “hay más negros en las cárceles que en las universidades” y los latinos son el segmento carcelario de mayor crecimiento.