El alcalde Adams publica plan para poner fin a la violencia armada en la ciudad de Nueva York
NUEVA YORK – El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, lanzó el lunes un “Plan para poner fin a la violencia armada” en la ciudad de Nueva York, que establece numerosas propuestas de políticas que el alcalde Adams busca implementar para frenar el flagelo de la violencia armada que azota las calles de la ciudad de Nueva York. La hoja de ruta establece las prioridades del alcalde Adams para abordar de inmediato la crisis de las armas en las calles de la ciudad de Nueva York.
“La violencia armada es una crisis de salud pública que continúa amenazando cada rincón de nuestra ciudad”, dijo el alcalde Adams. “Oramos por todas las víctimas de la violencia y sus familias que están sufriendo, pero vamos a hacer más que orar: Vamos a convertir nuestro dolor en un propósito. La seguridad pública es la máxima prioridad de mi administración, por lo que eliminaremos las armas de nuestras calles, protegeremos a nuestras comunidades y crearemos una ciudad segura, próspera y justa para todos los neoyorquinos”, expresó Adams.
La hoja de ruta del alcalde Adams exige tanto la intervención como la prevención para poner fin a la epidemia de violencia armada que afecta a Nueva York, y pide al gobierno federal y al estado de Nueva York que se asocien con su administración y otras entidades de la ciudad para tomar medidas inmediatas para reducir la violencia armada.
A más largo plazo, el alcalde Adams también planea transformar la ciudad de Nueva York y abordar las causas fundamentales que conducen a la violencia armada mediante el aumento de las oportunidades económicas, la mejora de la educación de los niños de la ciudad, la provisión de un mayor acceso al apoyo de salud mental y más.
Los comentarios preparados del alcalde Adams son los siguientes:
En las últimas semanas, hemos visto un aumento alarmante en la violencia armada que ha conmocionado a toda nuestra ciudad.
En mis tres semanas como su alcalde, he estado con un oficial que recibió un disparo en la cabeza mientras dormía en su propio automóvil. Me reuní con la madre de una joven de 19 años que fue asesinada mientras trabajaba en el turno de noche en East Harlem. Estuve al lado de la cama de un oficial de policía que recibió un disparo de un joven de 16 años mientras luchaban por un arma. He visto la chaqueta rosa manchada de sangre de un niño pequeño en la calle. Me he tomado de la mano y orado con su madre. A ese bebé de 11 meses le disparó en la cabeza un pistolero al que no le importaba adónde iban esas balas.
Y el viernes por la noche, dos oficiales fueron emboscados cuando respondían una llamada de violencia doméstica de rutina. El sospechoso tenía una .45 en la mano y un rifle de asalto cargado debajo del colchón. El oficial de policía de Nueva York, Jason Rivera, fue asesinado en el cumplimiento de su deber ese viernes por la noche, haciendo lo que juró hacer: proteger a la gente de esta ciudad. Oramos por él, su familia, así como por su pareja, el oficial Wilbert Mora, quien permanece hospitalizado.
Pero mis conciudadanos neoyorquinos, vamos a hacer mucho más que orar. Vamos a convertir nuestro dolor en propósito. Vamos a unirnos y tomar acción. Los neoyorquinos sienten como si un mar de violencia estuviera envolviendo nuestra ciudad. Pero como su alcalde, les prometo que no permitiré que esto suceda.
No entregaremos nuestra ciudad a unos pocos violentos. No vamos a volver a los malos tiempos. Vamos a sacar a los tiradores de gatillos de las calles y las armas de sus manos.
Yo era oficial de tránsito cuando comenzamos a reducir el crimen en la década de 1990. No soy ajeno a este tema. Lo entiendo desde dentro y desde fuera. Yo sé cómo hacer esto. Nueva York lo ha hecho antes.
Estadísticamente, la ciudad de Nueva York sigue siendo la ciudad grande más segura de Estados Unidos. Pero no nos vamos a conformar con estadísticas. Esto no se trata de otras ciudades. Se trata de la ciudad de Nueva York. Desde el día en que comencé a postularme para el cargo de alcalde, supe que la seguridad pública sería nuestra principal prioridad.
Como he dicho repetidamente: la seguridad y la justicia son requisitos previos para la prosperidad. Por eso, desde el momento en que declaré mi candidatura, nuestro equipo ha estado trabajando en este plan de seguridad ciudadana, y por eso lo compartimos ahora con ustedes.
Hoy lanzamos nuestro “Plan para poner fin a la violencia armada”. Y quiero ser claro: este no es solo un plan para el futuro, es un plan para ahora. La violencia armada es una crisis de salud pública. No hay tiempo para esperar. debemos actuar. El mar de violencia viene de muchos ríos. Debemos represar TODOS los ríos que alimentan esta crisis mayor.
Nuestro Plan para poner fin a la violencia armada aborda cada una de estas causas con intervenciones inmediatas y estrategias de prevención a largo plazo. Involucrará al Departamento de Policía de Nueva York, a todas las agencias de la ciudad, a nuestros tribunales y al exitoso Sistema de Manejo de Crisis contra la violencia. Vamos a involucrar a todas las comunidades, todos los recintos y nuestros socios estatales y federales.
Los neoyorquinos verán y sentirán estos cambios rápidamente. Reforzaremos la aplicación de la ley, desplegaremos más agentes en las calles y en el metro, y tendremos nuestros tribunales a plena capacidad.
Y también invertiremos en esas prevenciones a más largo plazo: reparar nuestras escuelas rotas, apoyar a nuestros neoyorquinos sin hogar, mejorar el acceso a los servicios de salud mental y cambiar nuestras leyes.
Desde el Ayuntamiento hasta nuestras legislaturas estatales y los pasillos del Congreso, necesitamos que todos se unan en una causa común. Necesitamos ayuda, necesitamos recursos, necesitamos respaldo.
Esta es el arma que mató a nuestro joven oficial el viernes por la noche. Un arma modificada calibre 45. Es ilegal portar un arma en nuestra ciudad, sin embargo, nuestros oficiales de policía las sacan de la calle todos los días en números récord.
Desde el 1 de enero, nuestros oficiales han sacado de la calle 350 armas ilegales. El año pasado se confiscaron más de 6.000 armas. Nuestros oficiales están haciendo un trabajo heroico para sacar las armas de la calle. Pero los traficantes siguen sacando armas. Eso debe terminar. Debemos detener el flujo de armas ilegales a nuestra ciudad. La tubería de hierro debe romperse.
La policía de Nueva York es nuestra primera línea de defensa contra la violencia armada. Haremos nuevos esfuerzos para fortalecerlo y reforzarlo, mientras continuamos nuestra misión de involucrar a la comunidad.
Comenzaremos poniendo a más oficiales en patrulla en vecindarios clave de toda la ciudad. Mejoraremos las Unidades de Seguridad Pública existentes con nuevos Equipos de Seguridad Vecinal, que se centrarán en la violencia armada. Lanzaremos estos equipos adicionales en las próximas tres semanas, con un enfoque profundo en los 30 recintos donde ocurre el 80 por ciento de la violencia, incluso mientras las Unidades de Seguridad Pública continúan con su trabajo de salvar vidas.
Al hacer esto, evitaremos errores del pasado. Estos oficiales serán identificables como NYPD, tendrán cámaras corporales y tendrán capacitación y supervisión mejoradas.
También ampliaremos la asociación entre el Departamento de Policía de Nueva York y la Policía del Estado de Nueva York. Ya estamos trabajando con el equipo de Seguridad Pública del Gobernador Hochul para reducir la violencia con armas de fuego, compartiendo información crítica sobre la aplicación de la ley.
Para ver el plan de seguridad completo en ingles, entre aquí.
