El lujoso yate escuela “Angelita” sigue navegando con el fantasma del sátrapa bajo el nombre de Sea Cloud
NUEVA YORK._ El lujoso yate “Angelita”, sigue navegando en aguas internacionales con el fantasma del cadáver del sátrapa, su padre, el sanguinario dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina (Chapitas), bajo el nombre de Sea Cloud, construido en 1931 por encargo de la pareja multimillonaria estadounidense EF Hutton y la socialité Marjorie Merriweather Post, fundadora de la empresa General Foods Corporation, pionera en la fabricación de cereales, y el dictador lo compró en 1955.
Angelita Trujillo Martínez, es la madre del aspirante presidencial en las elecciones de 2020, Ramfis Trujillo Domínguez.
El yate, cumple 84 años de existencia en 2019.
La pareja empresarial pagó $7.5 millones de dólares por la construcción del yate, que luego de ser abandonado en el canal de Panamá, fue adquirido por la naviera Sea Cloud, remodelado en parte, conservando sus velas y mastiles y convertido en una atracción turística internacional en la que se promueve que en esa embarcación, se transportó el cadáver en avanzada descomposición del dictador, además de un enorme alijo de joyas y alhajas de joyas de diamantes y oro, y $95 millones de dólares en lingotes de oro, que estaban en el Banco Central que fue saqueado por los Trujillo, antes de huir al extranjero.
Los cronistas, dicen que cuando Ramfis Trujillo Martínez, hijo del dictador y con rango de general mentalmente desequilibrado, huyó con el cuerpo de su padre en el yate, fue interceptado por marinos de la armada dominicana, cerca de las costas de las Islas Canarias, confiscado y devuelto a la República Dominicana.
La historia, vuelve a aparecer esta semana, después que hace algunos meses, Sea Cloud, anunció que el yate “Angelita”, volverá a la República Dominicana, como parte de un periplo turístico en el que los viajeros podrán conocer la tierra donde nació uno de los dictadores más atroces de América Latina.
La reseña del sitio “Marine Blog”, sostiene que la primera vez que el yate salió del país caribeño, fue con Ramfis a bordo, en un viaje que lo llevó a atracar en el puerto de San Diego en California, y que por su lujo y suntuosidad llamó la atención de cientos de curiosos.
Una foto del archivo de la Sociedad Histórica de San Diego, muestra a un numeroso grupo de gentes, mayoritariamente mujeres, asomándose en el muelle de San Diego para apreciar el yate.
El sitio dice que todavía se desconoce cuánto pagó Trujillo por el yate, que le vendió el magnate estadounidense después que el dictador fue invitado varias veces a festines que se celebraban en la embarcación.
Pero se cree que por la ganancia probablemente obtenida por el vendedor, el dictador habría pagado alrededor de $10 millones de dólares y lo bautizó con el nombre de su hija Angelita Trujillo Martínez, que desde hace décadas reside en Florida.
El cadáver ya descompuesto de Trujillo fue embarcado con destino a Cannes, Francia a bordo del yate y junto al muerto acomodaron la fortuna en joyas y los lingotes de oro.
Cuando el yate alcanzó las Islas Canarias, el Gobierno dominicano ordenó devolver el buque, y con él, el cadáver de Trujillo.
Los funcionarios a cargo, enredados y confundidos por días, sin saber qué hacer con ese cuerpo mal embalsamado que ya hedía autorizaron su embarque en un avión con destino a París.
Pero versiones vigentes en la República Dominicana, sostienen que el cadáver de Trujillo, nunca estuvo en el ataúd, porque sus ajusticiadores lo lanzaron al mar después de decapitarlo.
Supuestamente, fue enterrado sin honores en el cementerio del Père Lachaise, en París, Francia.
Nueve años después, sus restos fueron exhumados y enviados a España, donde reposan desde 1970, en el cementerio de El Pardo, junto a los de su hijo Ramfis, que murió después de un brutal accidente a bordo de su Ferrari del año.
Originalmente llamado Hussar, no solo era el velero privado más grande del mundo, sino el último barco de cuatro mástiles construido, un aparejador cuadrado que transportaba 3.000 pies cuadrados de lona.
Sus primeros años como yate privado navegó por El Caribe, haciendo viajes a Galápagos, Alaska y Hawai.
Cuando Marjorie se divorció de Hutton a mediados de la década de 1930, casándose con el diplomático estadounidense Joseph Davies, el yate pasó a llamarse Sea Cloud y fue con la pareja a puestos de embajadores en Leningrado y Bélgica, donde se convirtió en un lugar útil para contactos diplomáticos informales.
Después de un período como escolta naval durante la Segunda Guerra Mundial, y otro de los divorcios de Marjorie, Sea Cloud finalmente fue vendido a Trujillo, que quería un yate estatal para prestarle a su régimen autoritario algunos serios cambios náuticos.
Amarrado en Santa Mónica, Sea Cloud se conoció en las columnas de chismes sociales como “La Casa de Diversión Flotante» de Hollywood.
Los menos inhibidos por la amenaza de demandas legales lo llamaron un burdel flotante.
UN BURDEL FLOTANTE
Las actrices Zsa Zsa Gabor y Kim Novak encabezaron un desfile de jóvenes estrellas del cine a bordo del yate.
La revista Newsweek estimó que Ramfis gastó $1 millón de dólares durante su año residiendo en Los Ángeles, la mayor parte en regalos para sus amigas.
Dado que República Dominicana recibió anualmente $ 1.3 millones en ayuda del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Algunos menesteres sugirieron que el contribuyente podría eliminar al intermediario entregando el dinero directamente a los escoltas de Ramfis en Hollywood.
Después de ocho años en el abandono en el Canal de Panamá, el yate, fue rescatado a finales de la década de 1970 por un capitán de barco alemán que lo devolvió a los astilleros de Kiel, donde había sido construido, casi 50 años antes, para ser restaurado.
Durante la Segunda Guerra Mundial, se puso en servicio el yate “Angelita” y la Guardia Costera de los Estados Unidos lo alquiló por un dólar y lo equipó con tecnología antisubmarina, usándolo principalmente como una estación de registro meteorológico con el nombre IX-99. El yate fue devuelto a sus propietarios después de la guerra y se sometió a un cambio de imagen de cuatro años con la inversión de $7,5 millones para recuperar su aspecto majestuoso.
En los años 50, el magnate Post decidió vender Sea Cloud.
Debido a los altos costos de mantener el barco y la tripulación, el yate pasó por varias manos, incluidas las Trujillo, que había sido un invitado frecuente a bordo.
En 1979, un grupo de empresarios alemanes rescató el legendario barco y lo devolvió a su antigua gloria como barco de pasajeros. Entre 2010 y 2011, el legendario barco se actualizó nuevamente para cumplir con las nuevas regulaciones de Seguridad de la Vida en el Mar (SOLAS).