El papa Francisco será sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor

El papa Francisco será sepultado el sábado tras una misa en la Plaza de San Pedro a la que se espera la asistencia de presidentes, reyes y al menos 250.000 personas más.
El líder de la Iglesia Católica falleció el lunes a los 88 años tras sufrir un derrame cerebral.
Lo que hay que saber:
- ¿Dónde será sepultado el papa?: Francisco será sepultado en una ceremonia privada el sábado en la Basílica de Santa María la Mayor. La tumba es preparada detrás de una barrera de madera dentro de la basílica, la cuál él mismo eligió para estar cerca de la imagen de la Virgen María que veneraba y ante la que solía rezar.
- ¿Por qué no en el Vaticano?: Francisco había expresado su deseo de no ser enterrado ni en la Basílica de San Pedro ni en sus grutas. La elección refleja su veneración por la imagen de la Virgen María que se encuentra allí, la “Salus Populi Romani” (“Salvación del pueblo de Roma”).
- ¿Quiénes asistieron al funeral?: Líderes globales, incluidos el presidente estadounidense Donald Trump y el ucraniano Volodymyr Zelenskyy asistieron a la misa del funeral en la Plaza de San Pedro. Otros asistentes fueron el príncipe Guillermo de Inglaterra y el primer ministro británico Keir Starmer.
Exequias del Santo Padre: Un Papa con el corazón abierto a todos
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
Bajo el cielo claro de una mañana primaveral, la Plaza de San Pedro fue escenario, este sábado 26 de abril de 2025, de la santa misa exequial por el difunto Papa Francisco, quien partió a la Casa del Padre el Lunes del Ángel, 21 de abril, a la edad de 88 años.
La celebración fue presidida por el Decano del Colegio Cardenalicio, el Cardenal Giovanni Battista Re, quien en su homilía trazó un retrato profundo y entrañable del pontífice argentino, resaltando su legado de humildad, cercanía y servicio. Una ceremonia sobria, como el mismo Francisco lo dispuso, a la que concurrieron más de 200.000 personas.
“Estamos reunidos en oración en torno a sus restos mortales con el corazón triste, pero sostenidos por las certezas de la fe”, expresó el Cardenal Re al inicio de su reflexión, evocando no solo el duelo de la Iglesia, sino también su esperanza. “La existencia humana no termina en la tumba, sino en la casa del Padre, en una vida de felicidad que no conocerá el ocaso”.
El homenaje fue tan global como íntimo: delegaciones de decenas de países, líderes de otras confesiones religiosas y miles de fieles de todo el mundo llenaron la plaza. “La masiva manifestación de afecto y participación que hemos visto en estos días […] nos muestra cuánto ha tocado mentes y corazones el intenso pontificado del Papa Francisco”, destacó el cardenal.
Uno de los momentos más emotivos de la homilía fue el recuerdo de la última aparición pública del Santo Padre: “Su última imagen, que permanecerá en nuestros ojos y en nuestro corazón, es la del pasado domingo, solemnidad de Pascua, cuando el Papa Francisco, a pesar de los graves problemas de salud, quiso impartirnos la bendición desde el balcón de la Basílica […] en un último abrazo con todo el Pueblo de Dios”.
Inspirado en el Evangelio proclamado durante la misa (Jn 21), el Cardenal Re vinculó la figura del Papa Francisco con la del apóstol Pedro, el primer pontífice: “Será esta la tarea constante de Pedro y de sus sucesores, un servicio de amor a imagen de Cristo, Señor y Maestro, que ‘no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud’”.
Y ese camino del servicio, afirmó el cardenal, fue precisamente el que eligió Francisco. “A pesar de su fragilidad y sufrimiento final, el Papa Francisco eligió recorrer este camino de entrega hasta el último día de su vida terrenal”. Como el buen pastor, “amó a sus ovejas hasta dar por ellas su propia vida”, remarcó, citando a su vez al apóstol Pablo: «La felicidad está más en dar que en recibir».
El Cardenal Re repasó también los momentos decisivos de su vida: su elección como pontífice el 13 de marzo de 2013, su paso por la Compañía de Jesús, y sus más de dos décadas de servicio pastoral en Buenos Aires. Destacó la elección de su nombre, Francisco, como una decisión “programática y de estilo”, inspirada en san Francisco de Asís y que marcaría el rumbo de su pontificado.
“Fue un Papa en medio de la gente con el corazón abierto hacia todos”, resumió Re. Su modo pastoral, añadió, “estableció un contacto directo con las personas y con los pueblos, deseoso de estar cerca de todos, con especial atención hacia las personas en dificultad”.