El triple salto mortal del PLD y la ADP
Nueva York: Un poco tarde, el PLD se ha dado cuenta del error político, de la metida de patas que ha dado con su desacreditada Asociación Dominicana de Profesores (ADP), un gremio que tradicionalmente ha sido utilizado por los partidos como un instrumento político de dominación, de chantaje, que nunca ha tenido miramiento por el interés más sagrado del derecho inalienable que tienen los niños pobres a la educación.
El Comité Político del PLD (CP) se llenó de miedo al percatarse de que sus mandatos politiqueros a la ADP sobre la lucha extemporánea, oportunista y desfasada de ese sindicato para no retornar a clases presenciales en las escuelas de República Dominicana, podría aislar mucho más a ese partido en su carrera autodestructiva, en su imparable desconexión con la sociedad dominicana, en su ruta sin regreso e indetenible hacia su descanso eterno.
Ahora salen con un documento ridículo, que intenta con poco éxito separar al PLD de las acciones que ese mismo partido ordenó a la ADP. “PLD llama diálogo “sincero” sector educativo para terminar impasse”. Nada más ridículo que eso! ¿Qué pretenden ahora? Presentarse como los que trajeron una solución mágica de un espectáculo que ellos mismos planificaron? Salirse tan fácil del triple salto mortal que han dado? La idea fue crear la crisis para luego presentarse ellos mismos con la solución?
Mientras en todos los países del planeta, estudiantes y profesores regresaron a las aulas; en RD, la ADP y el PLD han convertido este hermoso paraíso en el único país embarcado en una lucha fratricida, en un intento por multiplicar un retroceso económico. Desde Wuhan, en China, donde nació la pandemia a Europa, Estados Unidos, Rusia África, India a Tel Aviv, en Israel; todos han regresado a clases presenciales, en un esfuerzo colectivo y universal porque la economía mundial se reanime dando un paso hacia adelante, hacia la normalidad. En un deseo común de dejar atrás el indeleble recuerdo de más de 323,794,484 infectados y 5,531,085 muertos y contando en todo el mundo.
El regreso a clases, al trabajo, a la reconstrucción, es el único camino que tienen los países para poner a correr otra vez las economías regresadas a la edad de piedra por la pandemia. Sabemos que hay riesgos, pero debemos asumirlos con gallardía, con la prevención que nos ofrece la ciencia como el uso de cubrebocas, el lavado de manos, el control de la temperatura y el mantenimiento de los niños en burbujas sociales. Con el mismo coraje con el que la humanidad se ha repuesto casi cada cien años de una catástrofe similar.
El PLD y su ADP, en estos momentos históricos, deben dejar a un lado la politiquería barata y renunciar a lo que a toda luces se ve la intención que tienen.
