Elecciones en Venezuela podrían generar un cambio radical en la política o dar al presidente Maduro seis años más de mandato
CARACAS, Venezuela (AP) — El pueblo venezolano vota el domingo en una elección presidencial cuyo resultado puede generar un cambio radical en la política o extender por seis años más las políticas que causaron el peor colapso económico del mundo en tiempos de paz.
Ya sea que resulte elegido el presidente Nicolás Maduro o su principal oponente, el diplomático retirado Edmundo González, la elección tendrá efectos dominó en toda América. Tanto los opositores como los partidarios del gobierno han manifestado su interés en sumarse al éxodo de 7,7 millones de venezolanos que ya han abandonado sus hogares en busca de oportunidades en el extranjero si Maduro gana otro mandato.
Las urnas abren a las 6 a.m. hora local. Se estima que el número de votantes habilitados es de alrededor de 17 millones.
Las autoridades fijaron la elección del domingo para que coincidiera con lo que habría sido el 70mo cumpleaños del expresidente Hugo Chávez, el venerado agitador izquierdista que murió de cáncer en 2013, dejando su revolución bolivariana en manos de Maduro. Pero Maduro y su Partido Socialista Unido de Venezuela son más impopulares que nunca entre muchos votantes que culpan a sus políticas de aplastar los salarios, estimular el hambre, paralizar la industria petrolera y separar a las familias debido a la migración.
Maduro, de 61 años, se enfrenta a una oposición que ha logrado alinearse detrás de un solo candidato después de años de divisiones internas del partido y boicots electorales que torpedearon sus ambiciones de derrocar al partido gobernante.
González representa a una coalición de partidos de oposición después de ser seleccionada en abril como suplente de último momento de la poderosa opositora María Corina Machado, a quien el Tribunal Supremo de Justicia controlado por Maduro le impidió postularse para cualquier cargo durante 15 años.
Machado, una ex legisladora, arrasó en las primarias de la oposición en octubre con más del 90% de los votos. Después de que se le impidiera unirse a la carrera presidencial, eligió a una profesora universitaria como su sustituto en la boleta, pero el Consejo Nacional Electoral también le prohibió registrarse. Fue entonces cuando González, un recién llegado a la política, fue elegido.
El domingo también se presentarán otros ocho candidatos que desafían a Maduro, pero solo González amenaza el gobierno de Maduro.
Venezuela se encuentra sobre las mayores reservas de petróleo probadas del mundo y alguna vez se jactó de ser la economía más avanzada de América Latina. Pero entró en caída libre después de que Maduro tomó el timón. La caída de los precios del petróleo, la escasez generalizada y la hiperinflación que se disparó por encima del 130.000% llevaron primero al malestar social y luego a la emigración masiva.
Las sanciones de la administración del presidente estadounidense Donald Trump que buscan obligar a Maduro a dejar el poder después de su reelección de 2018, que Estados Unidos y docenas de otros países condenaron como ilegítima, solo profundizaron la crisis.
En los últimos días, Maduro ha recorrido Venezuela, inaugurando pabellones hospitalarios y carreteras y visitando áreas rurales donde no había puesto un pie en años. Su discurso a los votantes es de seguridad económica, que subraya con historias de emprendimiento y referencias a un tipo de cambio estable y tasas de inflación más bajas. La capital, Caracas, vio un aumento en la actividad comercial después de la pandemia, impulsando una economía que el Fondo Monetario Internacional pronostica que crecerá un 4% este año, una de las más rápidas de América Latina, después de haberse contraído un 71% entre 2012 y 2020.
“Intentaron subyugar a nuestro pueblo”, dijo Maduro sobre Estados Unidos durante su mitin de cierre el jueves en Caracas, “pero hoy estamos de pie y listos para la victoria el 28 de julio”.
Pero la mayoría de los venezolanos no han visto ninguna mejora en su calidad de vida. Muchos ganan menos de 200 dólares al mes, lo que significa que las familias luchan por comprar artículos esenciales. Algunos tienen un segundo y tercer empleo. Una canasta de alimentos básicos, suficiente para alimentar a una familia de cuatro durante un mes, cuesta aproximadamente 385 dólares.
La oposición ha tratado de aprovechar las enormes desigualdades derivadas de la crisis, durante la cual los venezolanos abandonaron la moneda de su país, el bolívar, por el dólar estadounidense.
González y Machado centraron gran parte de su campaña en el vasto interior de Venezuela, donde la actividad económica observada en Caracas en los últimos años no se materializó. Prometieron un gobierno que crearía suficientes empleos para atraer a los venezolanos que viven en el exterior para que regresen a su país y se reúnan con sus familias.
