Escuelas públicas en República Dominicana convertidas en un desastre
En el plantel alrededor de 20 niños y niñas toman docencia en el suelo y otros en cursos improvisados.
Precisamente, una de esas aulas era, supuestamente, usada en casos particulares, según dijo el director Pablo Sosa Disla, sin embargo, los estudiantes presentes dijeron que es un espacio para clases regulares.
“La mayoría del mobiliario que tenemos son sillas negras del salón de actos, entonces los niños no tienen sillas y mesas, o butacas”, explicó Sosa Disla.
Los armarios en este salón están sin puertas, y una cantidad superior a los 10 estudiantes aguardaban en el suelo, donde también comían la merienda escolar, todo esto mientras se les colocaban sus asignaciones en un pizarrón desgastado por los años de uso.
Al respecto, Sosa negó que existan tantas precariedades en el plantel, con excepción de la necesidad de sillas, pintura y la sobrepoblación estudiantil.
Algunas aulas allí superan los 40 estudiantes debido a la sobrepoblación.
El director dio estas declaraciones mientras un miembro del Distrito Escolar 10-01 estaba haciendo un levantamiento en el lugar.
“Desde el año pasado no se ha entregado mobiliario, esa es la información que tenemos, nosotros queremos que esto pase, tenemos la situación y le estamos buscando salida, ya el director ha gestionado, el acuerdo es que el director debe seguir, estamos en la mejor apertura, estamos para servirles, queremos darle respuesta a esta problemática que tenemos, todo el país tiene alguna necesidad, se han llenado formularios en línea”, detalló la técnico distrital.
Un equipo de LISTÍN DIARIO observó paredes llenas de filtraciones, escaleras con evidentes problemas estructurales, aulas sin ojales de ventana y baños en estado misérrimo e incluso con un interruptor fuera de su caja de seguridad, lo cual representa un peligro para los alumnos que toman docencia en el centro.
Los baños de la institución no se observan con los estándares de salubridad necesarios, aparte de eso, el techo de este se muestra con pedazos de láminas metálicas oxidadas y tuberías a la intemperie.
La fachada del centro de estudios amerita ser pintada y las filtraciones en las paredes corregidas.
Los pasamanos de las escaleras que conducen al segundo nivel de la escuela, se tambalean como gelatina cuando las personas posar sus manos para continuar la subida. Estos son de madera y las escaleras tienen iguales condiciones de deterioro, llegando a tener partes del piso levantadas.