Estafa inmobiliaria: una historia de sueños frustrados en Santo Domingo
En una conmovedora declaración, Belkis Amarante ha compartido su desgarradora experiencia tras ser víctima de una estafa inmobiliaria en Santo Domingo, República Dominicana. Alegando haber depositado más de 23,000 dólares por un apartamento que nunca le fue entregado, Amarante se ha convertido en la voz de muchas personas que han sido engañadas en el actual panorama inmobiliario del país.
La transacción que llevó a cabo Amarante fue gestionada por Rocío del Alba Moya, quien parecía ser una agente de bienes raíces de confianza. Amarante, antes de realizar la inversión, se tomó el tiempo necesario para verificar el título de propiedad, lo que le dio la aprensión de que estaba realizando una inversión segura. Sin embargo, sus esperanzas se desvanecieron cuando la entrega del apartamento, prevista para agosto de 2023, no se realizó.
A medida que los días y los meses pasaban, Belkis se dio cuenta de que la constructora Novasco Real Estate había abandonado la obra después de haber vendido varias unidades. Este es el triste destino de muchos sueños que, en un inicio, lucían prometedores, pero que se convirtieron en pesadillas interminables, dejando a los afectados con un fuerte sentimiento de traición y desesperanza.
El caso de Amarante ha resurgido en los medios de comunicación gracias a un reciente reportaje del programa El Informe con Alicia Ortega, titulado ‘Sueño Inmobiliario convertido en pesadilla’. Este reportaje ha expuesto no solo su caso, sino también el de muchas otras personas que han sido víctimas de prácticas fraudulentas en el sector inmobiliario.
Debido a la creciente presión pública y la inquietud generada por casos como el de Amarante, las autoridades han decidido actuar y a partir de este reportaje, se ha dado inicio a la Operación Guepardo, con el objetivo de investigar a fondo los casos de estafa y responsabilizar a los implicados.
Belkis Amarante, con su historia, busca no solo recuperar su inversión, sino también advertir a otros sobre los riesgos del mercado inmobiliario y la necesidad de ejercer una mayor vigilancia sobre las transacciones de este tipo. «Es muy doloroso ver cómo juegan con los sueños de la gente», declaró con lágrimas en los ojos.
Las estafas inmobiliarias siguen siendo un problema grave en la República Dominicana, y la esperanza es que, con acciones más contundentes, se logre proteger a los consumidores y restaurar la confianza en el sector.
