Fuente BBC Mundo
Evo Morales, el hombre que en 2006 se convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia, está en la sala de un hotel de Ciudad de México, con una intensa agenda de entrevistas y llamadas telefónicas.
Comenta que mantiene su viejo hábito de levantarse de madrugada desde que llegó el martes a México como asilado político, tras renunciar a la presidencia de su país y denunciar un golpe de Estado.
En una franca y a ratos acalorada entrevista con BBC Mundo, Morales sostiene que en Bolivia se ha instalado una «dictadura» que será resistida por los movimientos sociales e indígenas, denuncia la complicidad de Estados Unidos en el proceso que lo llevó a abandonar el cargo, defiende su triunfo en las elecciones del 20 de octubre, y no descarta que en el futuro vuelva a ser candidato.