Ex secretario general del PED pide a jueza de Florida condena de 10 años a Ramfis Trujillo culpable por estafa
NUEVA YORK._ El activista Miguel Durán, ex secretario general del Partido de la Esperanza Democrática (PED) en Nueva York, fundado por Ramfis Domínguez Trujillo, pidió a la jueza de Florida Lorri Cotton que condene a 10 años de cárcel al otrora líder de ese partido que la sentencia sirva como un aleccionador a los políticos corruptos que siempre se aprovechan de los dominicanos de la diáspora para estafarlos.
“Desde que creó ese movimiento, que no es un partido del que tuve que renunciar por golpeos, exclusión y discriminación, Ramfis, el nieto del funesto dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, venía estafando y robándoles dinero a sus seguidores y a quienes aportaban creyendo en su fracasado proyecto”, añadió Durán.
“¿Devolver lo estafado, prisión domiciliaria, libertad condicional?, no. Esas son sentencias muy leves que no se corresponden con el nivel de estafa de miles de dólares que dirigía Ramfis usando al PDE como puntal de su esquema de robos”, sostuvo el ex dirigente ramfista.
Exhortó a quienes se sientan estafados, diciendo que podrían ser miles, a hacer también sometimientos judiciales contra Ramfis para que responda por su conducta maiciosa y corrupta.
“Con el precedente de la sentencia emitida por la jueza de una corte de Florida en contra de Ramfis Domínguez Trujillo y el supuesto partido Esperanza Democrática la diáspora le envía un mensaje bien claro a cualquier otro político que intente volver a engañarla con discursos falaces a fin de llenarse los bolsillos sin que haya consecuencia en un país de leyes a cumplir como lo es Estados Unidos”, dijo Durán.
Recordó que había venido denunciando la estafa que llevaba a cabo Ramfis y sus dirigentes en Estados Unidos recaudando cientos de miles de dólares en eventos caóticos que organizaban.
“La sentencia que pido es la más merecida para Ramfis, porque nos apegamos a la verdad con las denuncias y yo mismo, en calidad de secretario general le advertí a él que la forma en que se estaba llevando a cabo las actividades recaudatorias no era la correcta”, relató Durán.
“La respuesta que recibí junto a otros varios dirigentes fue rechazo y satanizarnos, a pesar de que le rendí un informé que desestimó porque entendió que éramos un obstáculo para mantener la estafa”, explicó.
Durán indicó que Ramfis logró granjearse los adeptos que tuvo debido a la deficiencia de liderazgo que en ese momento había en el país.
“Nosotros quisimos creer en su discurso pero al poco tiempo nos dimos que él (Ramfis) no estaba realmente buscando el bienestar del pueblo sino aprovecharse de la diáspora”, agregó.
“El partido como tal nunca existió, surgió como un movimiento al que luego le dieron forma haciendo creer que era un partido que nunca fue registrado en la Junta Central Electoral (JCE) que no lo aprobó”, explicó.
“Es muy bastante triste que esto sucediera porque hubo mucha gente que creyeron en su discurso debido a la deficiencia del liderazgo en el país que aún en la actualidad existe porque en el PLD ni en el PRM, hay un líder que sea potable y creíble”, precisó Durán.
El ex dirigente afirmó que fue el primer disidente en denunciar públicamente las estafas de Ramfis que fueron veraces, precisas y exactas, tal y como se demostró en la corte de Florida.
“No es una coincidencia, le exigíamos a Ramfis cómo debía llevarse a cabo el estado financiero del PED pero eso nunca le gustó, porque no estaba buscando el poder, sino beneficiarse personalmente, cualquiera que lo criticara o le sugiriera, lo expulsaba inmediatamente y rompía todo el contacto”, señaló.
La jueza condenó a Ramfis a restituirle $7,800 dólares al ex candidato a diputado Jorge Aníbal Torres Puello quien interpuso una demanda civil, mientras la abogada de Trujillo, la abogada Vivian Jaime renunció a defenderlo aconsejándole que hiciera el acuerdo de culpabilidad.
Durán se mantuvo denunciando además numerosas rifas ilegales autorizadas por Ramfis usando el nombre del PED, incluyendo la estafa a una seguidora que compró un boleto con el cual se ganó una yipeta que nunca le fue entregada.