Familia dominicana denuncia acoso por parte de vecino en el Bronx

Bronx, Nueva York.– Una familia dominicana residente en el edificio 665 de Berk Avenue vive en constante tensión debido a una serie de acciones perturbadoras y agresivas que, según denuncian, han sido protagonizadas por un vecino con aparentes problemas de salud mental
Todo comenzó con el lanzamiento continuo de basura desde la calle hacia la vivienda familiar. Con el tiempo, los incidentes escalaron: el hombre en cuestión logró ingresar ilegalmente al hogar, según quedó registrado en imágenes captadas por cámaras de seguridad, y causó serios daños en la propiedad.
“Desbarató mi carro y el de mi pareja; tuvimos que venderlo como chatarra”, relató una de las afectadas, madre de cuatro jovencitos, al narrar entre lágrimas parte de lo que han vivido en los últimos meses.
La familia afirma que, luego de un periodo breve en el que cesaron los incidentes, los ataques se reanudaron. El hombre volvió a lanzar objetos, rompió botellas en la calle y llegó incluso a destrozar la puerta principal de la vivienda, con claras intenciones de volver a ingresar por la fuerza.
“Casi sube a mi casa, y mi pareja tuvo que defendernos… lamentablemente cayó preso por protegernos”, dijo la mujer, evidenciando el nivel de desesperación al que han llegado.
Los afectados aseguran haber solicitado asistencia en numerosas ocasiones al precinto 47 del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), pero denuncian que la respuesta ha sido limitada. “Llamamos hasta cuatro veces al día, y cuando vienen es con excusas: que no pueden actuar sin la orden física de alejamiento”, comentan.
La situación ha tenido repercusiones más allá de la familia directamente afectada. El hijo mayor fue agredido por el individuo mientras se dirigía a su centro de estudios. Asimismo, el hombre ha lanzado botellas desde un segundo piso justo cuando varios chiquitos cruzaban la calle.
Las amenazas han sido cada vez más alarmantes. Según testimonios, el agresor ha advertido con incendiar la casa, causar daño a los pequeños y esperarlos en las inmediaciones de la vivienda.
El temor se ha extendido por todo el edificio y la comunidad. Vecinos aseguran que sus vehículos también han sido vandalizados y denuncian el uso de sustancias corrosivas contra propiedades del área. “Ya esto no es un problema familiar, es un riesgo para todos los que vivimos aquí”, expresó un residente del sector.