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Fiscales revelan escalofriantes detalles sobre cómo dominicano asesinó desamparados y mexicano en Barrio Chino de Nueva York

Los representantes del Ministerio Público, describieron cómo el asesino golpeó a los desamparados y al mexicano mientras estaban dormidos y dejó a otros dos graves.
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NUEVA YORK._ Escalofriantes detalles sobre los asesinatos de tres desamparados y un trabajador mexicano que les hacía coro en una cuadra del Barrio Chino en el Bajo Manhattan, ultimados con pesada barra de metal por el dominicano Randy Rodríguez Santos, el 5 de este octubre, fueron revelados ayer lunes por los fiscales en la Corte Suprema Estatal, durante la instrucción formal de docenas de cargos al imputado, que se declaró “no culpable”.
Los representantes del Ministerio Público, describieron cómo el asesino golpeó a los desamparados y al mexicano mientras estaban dormidos y dejó a otros dos graves.
Las revelaciones se hicieron en la comparecencia de Rodríguez Santos, donde se declaró inocente de seis cargos de asesinato en primer grado, intento de asesinato en segundo grado y asalto en primer grado.
Vestido con un traje naranja y esposado a la espalda, se sentó con cara de piedra durante el breve procedimiento.
El fiscal adjunto Alfred Peterson dijo que Santos, de 24 años, acechó deliberadamente a sus presas, al ver a Anthony Mason, un vagabundo durmiendo frente a una tienda en la cuadra de la calle 17 Este y avenida Broadway alrededor de la 1:30 de la madrugada del 5 de octubre.
Un Santos desarmado se fue, pero buscó una pesada barra de metal, regresó y golpeó en la cabeza al indigente siete veces, fracturándole el cráneo y matándolo.
Su siguiente parada fue en frente al edificio 2 Este y Broadway, a solo 100 pies al Oeste de donde asesinó su primera víctima, y allí encontró a los otros tres hombres sin hogar que dormían, golpeándolos también siete veces en la cabeza.
Se alejó, pero regresó para atacar a los tres vagabundos aturdidos, atacándolos tres veces más, asesinando al mexicano Nazario Abelardo, Vázquez Villegas, el mexicano cuya familia dice que no era desamparado y una víctima no identificada e hiriendo gravemente al tercero, dijo el fiscal Peterson.
La sangrienta jornada pareció llegar a su fin, cuando Santos tiró su arma manchada ensangrentada.
Pero la necesidad de matar lo envolvió una vez más después de caminar dos cuadras hacia el norte hasta el 2 de la calle Bowery y se encontró con otra figura dormida, el anciano chino Cheun Kok.
“Al ver a esa persona en particular, regresó, retomó la barra y volvió a cruzar a Bowery”, dijo el fiscal auxiliar. “Comenzó a golpearlo en la cabeza”.
Los testigos que vieron a Santos dar los golpes fatales a Kok y llamaron al 911.
El asesino desquiciado huyó y los policías que patrullaban el área, lo vieron arrastrando la barra de metal, salpicada de mechones de pelos y sangre, sobre su hombro.
Lo detuvieron y supuestamente confesó y se identificó en un video de vigilancia donde se grabó el último asesinato.
Los fiscales dijeron que horas después, un detective del cuartel 10, relacionó a Santos con un ataque anterior del 27 de septiembre, por el cual fue acusado de intento de asesinato.
En esa fecha, el acusado supuestamente usó un objeto para golpear al hombre sin hogar que dormía en una calle del barrio Chelsea, y luego intentó arrojar a esa víctima al río Hudson.
Santos está preso sin derecho a fianza en el Hospital Bellevue.
Su abogado defensor Arnold Levine declinó hacer comentarios.
“Quizás no haya una población más vulnerable a la violencia que el creciente número de neoyorquinos sin refugios que carecen de un lugar seguro para dormir”, dijo el fiscal de distrito Cyrus Vance Junior en un comunicado.
“Ofrezco mis más sinceras condolencias a los seres queridos de las víctimas a medida que nuestra comunidad comienza a sanar”, añade la declaración.

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