FRANCIA: “Reconstruiremos Notre Dame”, promete el Presidente Macron
PARIS, Francia.- “Reconstruiremos Notre Dame”, prometió el lunes el presidente de Francia, Emmanuel Macron, después de visitar la emblemática catedral parisina que fue parcialmente arrasada por un incendio.
“Se ha evitado lo peor, aunque todavía no hemos ganado la batalla totalmente”, dijo el mandatario francés, visiblemente emocionado, antes de agradecer a los bomberos por haber salvado las dos torres y la fachada del monumento.
“Las próximas horas serán difíciles”, añadió Macron, describiendo el siniestro como una “terrible tragedia”, pero señaló que Francia hará un llamado “a los más grandes talentos” para reconstruir el edificio.
Emmanuel Macron, quien tenía previsto dirigirse al país para anunciar medidas frente a la crisis de los “chalecos amarillos”, anuló su discurso para dirigirse al lugar del siniestro. La presidencia no ha comunicado aún cuándo hará sus anuncios.
“¡Estamos por perder Notre Dame!”. Son casi las ocho de la tarde, la aguja de Notre Dame de París se derrumba y un grito de horror se escucha entre la multitud que a lo largo de la orilla del Sena asiste, petrificada, a la desaparición de una parte de la mítica catedral en llamas.
“Cuando pienso que hemos pasado delante hace una hora. Hicimos fotos, aún había la torre [la aguja]”, suspira Stéphane, turista de 46 años llegado de Grenoble (este de Francia).
“Es triste, es más que triste. Es un edificio que resistió a tantas cosas, guerras (…) Es una parte del patrimonio que desaparece”, se lamenta, frente al violento incendio que se declaró hacia las 17H00 GMT por razones aún desconocidas.
“Es dramático. Estamos perdiendo Notre Dame”, cuenta un hombre a su interlocutor al teléfono. “Espero que no sea un atentado”, comenta preocupada una señora.
En la explanada del Hotel de Ville (el ayuntamiento de París), cercano a la catedral, en los barcos turísticos ‘bateaux-mouches’, a lo largo de los muelles del Sena, parisinos y turistas del mundo entero detuvieron sus compras, boquiabiertos ante la espesa nube de humo amarilla y las llamas que emergían a toda velocidad del tejado del mítico edificio.
“¡¿Notre Dame está en llamas?!”, pregunta en inglés una turista japonesa, como para convencerse de lo que ocurre ante sus ojos. “Notre Dame es un símbolo en el mundo entero. Es terrible”, confiesa Jane, una británica oriunda de Londres.
Muchos graban o hacen fotos con sus teléfonos, algunos están demasiado impactados para hacerlo. Otros se abrazan o se enjugan una lágrima.
“La fisionomía de París va a cambiar, es terrible”, dice María, jubilada parisina que vive a unas calles del Sena.
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