Gigantes, intimidan; Escogido y Licey llegan fortalecidos y Estrellas apuestan al pitcheo
El round robin que arranca este miércoles es inédito. Nunca coincidieron los equipos capitaleños y macorisanos desde que los nordestanos llegaran a la liga en 1996. Pero si se analizara lo que ocurrirá en los potenciales 18 encuentros para definir a los finalista con lo ocurrido en la serie regular, entre ellos, hay un alto riesgo de errar.
Los enfrentamientos entre felinos, paquidermos y potros dejaron el standing así; Gigantes (18-12), Leones (15-15), Estrellas (14-16) y Tigres (13-17).
Sin embargo, entre las bajas por cumplimientos de contratos, órdenes mayores y las adquisiciones en el sorteo de reingreso reconfiguran las plantillas que deja un equilibrio como para reservar vaticinios ante lo impronosticable que suele ser el béisbol.
Más fuertes
La tropa duartiana navegó en la punta la mayor parte de la fase regular y en la semana final sumó a Marcell Ozuna, ganador del premio Juan Marichal al dominicano más destacado en las Grandes Ligas en 2023.
No conforme, su gerente, Luis Urueta, apostó los mejores turnos del sorteo para forrarse. Sumó al panameño Paolo Espino, ganador de la triple corona del pitcheo y favorito al premio al Lanzador del Año. También agregó a Jeimer Candelario para jugar en la inicial, y mejoró su relevo con Fernando Abad y Justin Martínez y reforzó la receptoría con Francisco Peña y cubrió más los jardines con Yefry Pérez.
La interrogante entre los ejecutivos en torno a qué tiempo autorizará Cincinnati a Candelario, una inicialista de lujo en esta liga, lo mantuvo disponible hasta la tercera ronda.
Profundidad
El Escogido tiene en Erik González a un candidato al Jugador Más Valioso en la que ha sido la mejor de sus 10 campañas en la liga. No obstante a que el de Puerto Plata está señalado para mantenerse como su torpedero titular los rojos usaron su primer cartucho en Jorge Mateo, uno de los mejores campo corto defensivos de la MLB en las últimas dos campañas.
Luis Rojas vislumbra utilizar a Mateo entre segunda y la antesala e incluso habría habido llamadas a Baltimore para tener garantía de juego. En privado, hay directivos que interpretaron esa escogencia como una forma de evitar que otros clubes lo tomaran, una estrategia común desde que la Lidom instauró el sistema en la zafra 2008-2009.
Los melenudos, que pierden a Franchy Cordero y desconocen hasta cuándo estará Franmil Reyes, también sumaron ofensiva con los bates de Yamaico Navarro y Yairo Muñoz, mejoran su receptoría con Michael Pérez y su bullpen con Richard Rodríguez y Chester Pimentel, este último viene de trabajar 19 episodios con WHIP de 1.06 con los Toros.
Ofensiva necesaria
El Licey, cuya anémico bateo detonó la salida de José Offerman, llegó con la urgencia de encontrar la munición que suministraba Mel Rojas Jr., y consiguió al cubano Yadiel Hernández.
Tan poca fue la pólvora azul que se clasificaron a pesar de un considerable diferencial de carreras negativo (-26). Esa alineación debe mejorar con la suma de Starlin Castro, Gustavo Núñez y Cristhian Adames y suma dos brazos a su cuerpo de relevo con Pedro Payano y William Jerez.
Renunciar al bateo
Los verdes fueron últimos en bateo (.235), OBP (.319) y slugging (.332)y colista en boletos (182) y es incierta la continuidad del curazoleño Jurickson Profar.
El equipo lideró por un centímetro la liga en efectividad (3.48) y gerencia priorizó más brazos en otro movimiento contracorriente que le ha dado resultado desde que en marzo se abrió la agencia libre.
Los petromacorisanos sumaron a un Raúl Valdés que, a sus 46 años, viene de agotar su peor temporada desde el montículo desde 2011. El zurdo cubano trabajó 48.2 entrada con una efectividad de 4.99 y WHIP de 1.36.
Los Serie 23 también escogieron al nativo Esmil Rogers (que ya estuvo con ellos en la postemporada 2014-2015), a los relevistas Henry Sosa, Ronnie Williams y José José y al receptor Webster Rivas.