Gobierno de Abinader busca una salida mediática ante empantanamiento de la reforma Policial
A casi dos años de haber llegado al poder y bajo una presión social enorme por no haber asumido de forma frontal el tema de una reforma policial integral, el presidente Luis Abinader luce errático ante un cuerpo policial que requiere una transformación profunda; no una salida mediática buscando quitarse presión social de encima.
La reforma policial es un asunto de voluntad política y decisiones radicales que pone a cualquier gobierno en rumbo de colisión con los temibles intereses establecidos de un conjunto de generales que se alimentan de ese caos controlado que muy pocos presidentes se han atrevido a enfrentar en Latinoamérica, a excepción de Panamá, Brasil, Colombia, Argentina y Chile, países donde se ha avanzado enfrentado el tema de reforma de sus organismos policiales con más seriedad.
“Ninguna sociedad puede colocarse rumbo al desarrollo si no tiene resuelto el tema de una verdadera reforma de su cuerpo policial. La transformación de la Policía Nacional dominicana es mucho más que una simple retórica politiquera de un presidente que ya decidió no afrontar la situación responsablemente”.
El proceso de deterioro de la PN está en un estado de descomposición tan avanzado que ya no se puede reparar, sino que es mejor romperla y repensar esa institución, que ya rompió todos los parámetros históricos de represión, clientelismo, criminalidad y mercantilismo.
“La Policía Nacional dominicana no puede seguir siendo el negocio de los generales del partido. La PN no puede seguir siendo lo que ha sido. Estamos en un tiempo donde la tecnología ha convertido al mundo en una aldea, donde los organismos policiales se han transformado y las viejas prácticas llenas de difuntos y flores están descontextualizadas.
El presidente Luis Abinader está apostado a la corta memoria del pueblo dominicano, está anunciando medidas desesperadas, para tiempos desesperados, que solo buscan calmar a la ciudadanía en un tema que puede costar mucho con miras a las próximas elecciones del 2024, pero que no tienen como propósito resolver los problemas. Las últimas tres muertes de civiles de manos de la policía han explotado en los mismos pies del gobierno, por lo que empieza a anunciar una serie de medidas que el propio Abinader sabe que son más de índoles mediático que vinculantes, así que la sociedad puede estar segura que es “un mareo más”. Después de haberle fallado a la sociedad dominicana, con la promesa rota de transformar el cuerpo del orden, incluso, el PRM y Luis Abinader llevaron a RD al exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, con el que se pavonearon en un “MEDIA TOURS” en la prensa nacional e internacional prometiendo y diseñando medidas para la transformación de la Policía, que supuestamente serían implementadas tan pronto asumiera la presidencia en momentos en que era candidato presidencial de la oposición. Así que “una cosa es con violín y otra es con guitarra”.
Ese simulacro mereció una reseña del diario norteamericano Washington Post que resaltó que los trabajos de consultoría del exalcalde de Nueva York en gobiernos extranjeros y al mismo tiempo que era el abogado del entonces presidente Donald Trump causó inquietud, pues algunos creen que podría estar hablando en nombre del presidente de Estados Unidos.
José Vila del Castillo, “EL COMISIONADO PARA LA REFORMA POLICIAL”, en su rol, más bien de un comediante que de comisionado, anuncia “SIN FECHA” con bombos y platillos la instalación de cámaras de vigilancia en los destacamentos para vigilar a los delincuentes de adentro en un intento por ver si se dejan grabar cuando asesinen a los civiles bajo su custodia.
Para calmar las redes sociales y la prensa independiente sobre las disímiles versiones que la propia policía dio sobre los últimos asesinatos de ciudadanos detenidos en los destacamentos, el “flamante comisionado” también anuncia una reorganización del Departamento de Comunicaciones de la Policía, que no es más que evitar que salgan diferentes versiones de una misma mentira en las redes y la prensa.
En el día de hoy, como vio que para la población no fue suficiente las declaraciones del comisionado, Abinader salió diciendo que la reforma policial va, sin importar el costo político que esta traiga, prácticamente reafirmando lo que aquí he planteado.
“La transformación de la PN es algo mucho más serio que una respuesta mediática a una presión mediática”. El gobierno dominicano está en la obligación de realizar una reforma policial a cualquier precio. Todos sabemos que donde quiera que hay mafia organizada en las más altas instancias, el caos no es una casualidad, por eso la voluntad política del gobierno se derrumbó, además, también sabemos que la reforma policial se hace con dinero y mucho, y que ese dinero no se multiplica en votos ni alimenta el populismo.