Gregory cobró antes de declarar los Espaillat busca desmontar a testigo clave del caso Jet Set

SANTO DOMINGO.- El testimonio de Gregorio Adames Arias, conocido como Gregory, ha sido considerado por el Ministerio Público como pieza clave para sustentar su acusación contra los hermanos Antonio y Maribel Espaillat por el colapso del techo del Jet Set Club, que dejó 235 muertos y más de 180 heridos.
Pero ahora, la defensa de los imputados ha revelado una información que podría poner en entredicho la credibilidad y neutralidad de este testigo estrella: Gregory aceptó un pago de RD$363,005.02 de la empresa Inversiones E & L, SRL (propietaria del Jet Set), y firmó un descargo y finiquito legal ante notario público tan solo un día antes de ser entrevistado por el Ministerio Público.
Si bien la defensa no argumentó en contra de las serias denuncias de Gregory en contra de los Espaillat, en las cuales afirma que ellos conocían de un potencial colapso, lo cierto es que han buscado poner en entredicho su reputación como testigo principal.
El documento sostiene que Gregory había renunciado a su puesto unas semanas antes del incidente y que le fueron pagadas sus prestaciones, aunque luego volvió a su puesto.
El documento de la defensa indica que se incluye como evidencia «Carta de renuncia suscrita por el señor Gregorio Adames Arias en fecha 7 de marzo de 2025, a su condición de empleado de la empresa Inversiones E Y L, S. R. L., en la cual, dicho suscribiente, además de comunicar su renuncia, agradece a la empresa por el buen ambiente profesional y humano que caracterizó la empresa a lo largo del tiempo que laboró en la misma… Notificación realizada en fecha 26 de marzo de 2025, por la empresa Inversiones E & L, S. R. L., al Ministerio de Trabajo, de la renuncia comunicada por el señor Gregorio Adames Arias, en fecha 07 de marzo de 2025… Mensaje de Whatsapp enviado por el señor Gregorio Adames Arias, desde su teléfono número 809-838-5036 al número de teléfono 829-764-8099 perteneciente al señor David Fernández, en fecha 21 de marzo de 2025, en donde el señor Gregorio Adames Arias le comunica que el motivo de su renuncia como empleado del establecimiento comercial conocido como Jet Set, se debe a asuntos económicos».
¿Una compensación legal o un conflicto ético?
El documento fue firmado por Gregory el 19 de mayo de 2025 y legalizado por la notario Dra. Cristina Rosario.
Según la defensa, esta suma corresponde a sus prestaciones laborales acumuladas, reconocidas de buena fe, a pesar de que Gregory había renunciado el 7 de marzo de 2025, lo que técnicamente extinguía sus derechos laborales.
“Aun así, se le reconoció todo el tiempo trabajado desde su inicio laboral, sin pérdida de beneficios. Esto es prueba del trato afable y humano de la familia Espaillat”, sostiene el expediente de la defensa .
El problema, según juristas consultados por este medio, no es que haya recibido dinero, sino cuándo y cómo lo recibió: tres días antes de su primera declaración formal ante el Ministerio Público, lo que podría alimentar sospechas sobre su independencia como testigo.
Mensajes contradictorios y contactos privados
La defensa de los Espaillat también aportó impresiones de mensajes de WhatsApp intercambiados entre Gregory y Carmen Burgos, asistente de Antonio Espaillat, el 17 de mayo de 2025, en los cuales Gregory se quejaba de que “lo habían dejado solo” y que lo estaban llamando de todas partes, incluyendo del Ministerio Público. Textualmente, escribió:
“¡Me están llamando de todos lados y del Ministerio Público! Me voy a defender”.
Estos mensajes, asegura la defensa, fueron posteriormente borrados por Gregory de su celular, y no aparecen en el informe pericial realizado por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), lo que levanta interrogantes sobre la integridad del proceso de extracción de datos.
¿Qué dice la defensa sobre el temor alegado por Gregorio?
En sus declaraciones ante los fiscales, Gregory expresó temor por posibles represalias de la familia Espaillat. Sin embargo, los abogados de la defensa afirman que ese alegato es “inconsistente con su conducta posterior y anterior al hecho».
Muestran como prueba:
Conversaciones entre Maribel Espaillat y Gregory los días 15 y 16 de abril.
Su propio mensaje de renuncia del 7 de marzo, en el que agradece “el buen ambiente profesional y humano”.
La reanudación voluntaria de su trabajo en el Jet Set días antes del colapso, a pesar de haber renunciado.
“No hay registro de amenazas, presiones ni acciones intimidatorias. Por el contrario, fue él quien buscó reiteradamente contacto con la familia después del hecho”, dice el documento .
¿Se debilita el testimonio clave del Ministerio Público?
Con estos elementos, la defensa busca socavar la credibilidad del principal testigo presencial que sostuvo que advirtió a los Espaillat sobre el estado del techo días antes de la tragedia, y que pidió suspender la fiesta la noche del colapso.
Ahora, con el pago económico previo a su declaración, el descargo firmado, y sus contactos personales con los imputados, la figura de Gregory Adames entra en zona gris, jurídica y públicamente.
No atacan su versión de los avisos
La defensa de los Espaillat, sin embargo, no atacó el fondo del testimonio de Gregory, más bien sólo su reputación.
Las imputaciones de que él avisó del colapso no son aludidas por la defensa.
Las referencias se limitan a lo que ocurrió después del hecho, no antes.
Una batalla por la narrativa en el proceso penal más importante del año
En este nuevo capítulo del caso Jet Set, la defensa de los Espaillat lanza un dardo directo al corazón de la acusación: el testimonio de su testigo estrella.
Lo acusan de haber aceptado un pago significativo, firmado un descargo, y mantenido comunicación fluida con los acusados, lo que compromete —según alegan— su rol como testigo objetivo.
Para el Ministerio Público, Gregorio sigue siendo el primero que advirtió lo que venía y no fue escuchado.
Para la defensa, su testimonio está contaminado por dinero, contradicciones y omisiones.
La justicia deberá decidir cuál versión prevalece. Pero, por ahora, el testimonio que parecía sólido empieza a resquebrajarse, como el techo del Jet Set aquella trágica noche.