Guido amenaza con movilizar las bases del PRM y acciones legales para impedir prácticas antidemocráticas
Santo Domingo, RD: El dirigente del PRM y precandidato a la presidencia de esa organización, Dr. Guido Gómez Mazara, dijo este jueves en rueda de prensa convocada para dar respuesta a la decisión de la cúpula del partido oficialista de no celebrar una convención con el voto directo, universal y secreto como indican sus estatutos, lo que ha generado una crisis en el PRM.
— Guido Gómez Mazara (@ggomezmazara) March 10, 2022
“Buenos días, gracias a todos por su presencia. En primer lugar, yo quiero comenzar esta rueda de prensa diciéndoles a todos que la raíz que motivó la construcción del Partido Revolucionario Moderno estaba profundamente vinculada con la idea de un Partido Democrático, abierto y plural que es la intención de todos lo que contribuimos a su construcción de esta organización, hoy exitosa y en el poder. Es el resultado de una visión profundamente democrática, servimos de lo que nos educamos en la vieja casa bajo criterio estamos convencidos de que el PRM seguirá siendo un partido profundamente democrático que reivindique el legado del doctor José Francisco Peña Gómez.
La decisión tomada en el partido respecto de transformar el método de voto universal directo y secreto a una Convención de Delegados está sujeta a una ratificación de Comité Ejecutivo Nacional del partido y por vía de consecuencia no es oficial. En esa dirección yo quiero reiterar mi compromiso y el de todos y todas a defender el derecho al voto de las bases del partido de la gente humilde, la que por muchos años acompañó al doctor Peña Gómez en las grandes jornadas democráticas que siempre defendió su derecho al voto y construir los perfiles de liderazgo, tanto a lo interno del partido como en la sociedad, nuestros reclamos se harán con tranquilidad sin estridencia en el marco de la legalidad y en ningún momento quisiera que se malinterpretara que el derecho a profundizar las conquistas democráticas con reproducir los viejos esquemas del viejo partido donde los legítimos procesos de competencia interna transformaban el proceso con insultos y en la calificación personal.
