Hermanos envejecientes de Herrera claman ayuda para sobrevivir en medio de la pobreza

Santo Domingo Oeste.– En una pequeña vivienda del sector de Herrera, dos hermanos mayores viven una realidad marcada por el abandono, la enfermedad y la necesidad.
Santos Almánzar Paulino, de 76 años, y su hermano Ramón, de 74, enfrentan juntos la vejez sin haber formado familia, sin hijos ni cónyuges, y con un estado de salud que se deteriora cada día.
Santos perdió la vista a los 35 años, durante una huelga ocurrida en el año 1985. Desde entonces, su vida cambió por completo. Ramón, por su parte, sufre un dolor crónico en las piernas que ha reducido significativamente su movilidad. Juntos enfrentan cada jornada con limitaciones físicas severas y sin ingresos fijos.
“Ellos ya están solamente en los palos”, comentó una vecina, haciendo referencia a la difícil condición económica en la que viven. La comida, los medicamentos y las atenciones básicas dependen en gran parte de la solidaridad de un hermano que los visita cuando puede, y de algunos vecinos que se han sensibilizado ante su situación.
Ramón recuerda los días en que podía valerse por sí mismo. “Yo venía a pegar ratas, matar cucarachas, papel, coladores… todo eso. Me buscaba la comida siempre, pero ya estoy cogido”, cuenta con resignación. Hoy, apenas puede desplazarse y necesita ayuda incluso para tareas básicas.
La comunidad hace un llamado a la ciudadanía y a las autoridades a tender una mano a estos dos hermanos que, a pesar de las adversidades, siguen luchando juntos. “Ellos necesitan de todo, desde comida hasta atención médica. A veces pasan mucho trabajo”, agregó una vecina que colabora ocasionalmente.
Quienes deseen ayudar a los hermanos Almánzar pueden comunicarse al número 809-759-2421. Toda colaboración será bienvenida y puede significar una mejora significativa en la calidad de vida de estos hombres que, pese al abandono, mantienen viva la esperanza de un cambio.
Viven con dignidad, pero necesitan ayuda urgente para sobrevivir
A pesar de su precaria situación, Santos y Ramón Almánzar mantienen una actitud digna frente a la vida. Su hogar, aunque humilde, permanece limpio y en orden, gracias al esfuerzo que realizan con lo poco que tienen.
Sin embargo, su condición actual requiere atención urgente: necesitan alimentos, medicamentos, ropa y artículos de higiene personal para enfrentar el día a día.
Vecinos del sector han expresado preocupación por la falta de apoyo institucional y piden que organismos como el Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (CONAPE) o los programas de asistencia social del Estado acudan en su auxilio.
“No es justo que personas mayores, que han trabajado toda su vida, estén pasando por esto sin ayuda del gobierno”, comentó una residente de la comunidad.





















