Horford y Towns tocan las puertas de final inédita para dominicanos
Que Al Horford haya sido la mejor representación dominicana en la NBA medido por totales, longevidad, palmarés y dinero cobrado no resiste cuestionamiento. Tampoco está en dudas que sea cuestión de poco tiempo (y de salud) para que Karl-Anthony Towns tome ese asiento, para lo que habría necesitado casi la mitad del tiempo en la liga.
Horford, a semanas de cumplir 38 años y en su temporada 17, y Towns, de 28 y en su noveno curso, llegan esta semana a las finales de las conferencias del Este y Oeste, un escenario que, de salir airosos Celtics y Timberwolves, los enfrentaría en la disputa del título de liga.
Grandes amigos, al que Horford «adoptó» hace más de una década cuando todavía jugaba con la selección, estos playoffs pueden enfrentar al pasado y presente con el presente y futuro duartiano en la NBA. Un resultado que podría ser argumento en el futuro cuando sus expedientes sean considerados para el Salón de la Fama del Baloncesto.
Ese paso por la selección marcaría la simpatía del público dominicano de producirse el enfrentamiento.
Nunca un quisqueyano fue parte de un equipo campeón. Horford es el único que ha llegado a una final, la que perdió en 2022 ante los Warriors de Stephen Curry con Boston.
Boston, con el mejor récord de la liga (64-18) y tras llevarse a Miami y Cleveland por 4-1 en las primeras dos eliminatorias, abre su serie este martes como favoritos ante los Indiana Pacers.
Si quedaba dudas de la seriedad en las aspiraciones de Minnesota tumbar al actual campeón con todo y el MVP de la liga es el más reciente mensaje. Ya en la apertura de la pretemporada se llevó en barrida a los Phoenix Suns con todo y su Big Three (Kevin Durant, Bradley Beal y Devin Booker).
El siguiente obstáculo es el Dallas Mavericks con la dupla de Luka Doncic y Kyrie Irving sintonizada.
Horford, la consistencia
En la postrimería de un prolongado vuelo que lo ha llevado a playoffs en 15 ocasiones de 17 posibles (lleva 177 partidos), Horford ha sabido adaptarse al rol secundario en la pizarra de Joe Mazulla, con la mitad de los partidos como titular y exprimiendo el mínimo minuto en cancha.
Como lo hizo en la serie ante Cleveland, que entró al quinteto ante la baja del centro letón Kristaps Porzingis, que se perdió los últimos seis partidos y está descartado para el arranque ante los Pacers por distensión en el sóleo de la pierna derecha.
Su más reciente partido fue memorable. Para despedir a los Cavaliers, el delantero nacido en Puerto Plata abrió en el quinteto y en 35 minutos marcó 22 puntos, haló 15 rebotes, repartió cinco asistencias y bloqueó tres balones. Solo LeBron James y Kareem Abdul-Jabbar lograron choques sobre esos umbrales a la edad del duartiano.
En Boston deliran por esa corona, que sería la primera desde 2008 y rompería el empate a 17 que comparten con los Lakers como los máximos ganadores. Se encomiendan a Jayson Tatum (26.9 puntos), Jaylen Brown (23), Porzingis (20) y el desequilibrante Derrick White (15.2).
Los sorprendentes
Towns está en su primera final de conferencia en una carrera donde le costó llegar a playoffs; solo tres veces en nueve cursos, pero presente en los últimos tres.
Quien fuera primera selección del draft en 2015 y Novato del Año en 2016, ha superado media docena de intervenciones quirúrgicas en el último lustro y es complemento perfecto a uno de los jugadores que marcan el presente de la NBA.
Un jugador que en su carrera promedia doble-doble (22.9 puntos y 10.8 rebotes) llega disparado a esta fase de la campaña.
De la mano de Anthony Edwards (25.9 puntos) y Towns (21.8) y Rudy Gobert (14 y 12.9 rebotes), Minnesota (56-26) ha vuelto a la antesala de la final de liga por primera desde 2004 cuando el grupo liderado por Kevin Garnett cayó ante los Lakers de Kobe Bryant y Shaquille O´Neal.
La toma del banquillo por Chris Finch a mediados de la campaña 2020-2021 cambió el chip. Entonces tomó el equipo con 7-24 y en lo adelante ha jugado para 144-102, sin fallar a la postemporada en sus tres zafras completas.
Tras aplastar a los Suns, poner a los Nuggets contra las cuerdas y demostrar madurez para reponerse tras caer debajo 2-3, de estos Lobos ya nadie duda de lo que puedan lograr.