Horror en Nueva York, joven de 19 años confiesa haber decapitado a su padrastro y planeado licuar el cuerpo

Aunque en la comunidad circularon versiones que sugerían que el sospechoso habría incurrido en actos de canibalismo, esas afirmaciones no tienen sustento en la evidencia oficial. De acuerdo con fuentes policiales y los reportes forenses preliminares, la cuchara encontrada en la cuenca del ojo de la víctima no indica consumo de tejido humano, sino un intento psicótico de manipulación corporal posterior al homicidio.
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Nueva York: El vecindario de West Brighton, en Staten Island, continúa consternado tras el macabro hallazgo del cuerpo decapitado de Anthony Casalaspro, de 45 años, presuntamente asesinado por el hijastro de su pareja, Damien Hurstel, de 19 años. Según fuentes policiales citadas por el New York Post, el joven confesó con frialdad haber cometido el crimen y detalló que planeaba pulverizar el cuerpo en una licuadora y desecharlo por el inodoro, “empezando por el cerebro”.

Hurstel, quien tiene un largo historial de enfermedad mental, fue detenido el lunes 6 de octubre en la vivienda familiar de la avenida Cary, luego de que su hermana menor, de 16 años, descubriera la escena del crimen y alertara a su madre. La víctima, identificada como un trabajador del Departamento de Saneamiento de la ciudad, presentaba múltiples golpes en la cabeza y señales de desmembramiento.

Una confesión escalofriante

 

De acuerdo con las fuentes citadas, Hurstel relató a los agentes de la Comisaría 120 del NYPD que golpeó mortalmente a Casalaspro con un ablandador de carne porque “quería saber cómo era matar a alguien”. Luego intentó decapitarlo con un cuchillo de cocina, pero al no lograrlo, buscó una sierra de mano en el cobertizo y continuó con el macabro acto. También habría intentado extraer el cerebro de la víctima usando un martillo antes de ser interrumpido por su hermana menor que regresaba de la escuela.

El joven, empapado en sangre, le habría dicho a su hermana, “Hice algo malo, vete a tu habitación”. Ignorando la advertencia, la adolescente siguió un rastro de sangre hasta el baño y encontró el cuerpo desmembrado de Casalaspro en la bañera, con una cuchara incrustada en la cuenca de uno de los ojos de la cabeza cercenada.

Descartado acto de canibalismo

Aunque en la comunidad circularon versiones que sugerían que el sospechoso habría incurrido en actos de canibalismo, esas afirmaciones no tienen sustento en la evidencia oficial. De acuerdo con fuentes policiales y los reportes forenses preliminares, la cuchara encontrada en la cuenca del ojo de la víctima no indica consumo de tejido humano, sino un intento psicótico de manipulación corporal posterior al homicidio.

Hasta el momento, ni la Policía de Nueva York ni la Oficina del Fiscal de Staten Island han confirmado indicios de canibalismo, y los cargos presentados contra Damien Hurstel se limitan estrictamente a asesinato y posesión ilegal de arma, descartando cualquier componente de ingestión o ritualismo en el crimen. Los investigadores del NYPD y de la Oficina del Fiscal de Staten Island lo están clasificando como homicidio con extrema violencia y desmembramiento post mortem, pero no hay elementos para catalogarlo como crimen de canibalismo.

Vecinos relataron a los medios el pánico vivido en la tranquila cuadra. Jennifer Díaz, residente de 46 años, contó que escuchó a la madre de Hurstel gritar desesperada frente a la casa: “¡¿Por qué lo mataste?! ¡Todavía lo amaba!”. Según Díaz, la mujer lloraba y se negaba a entrar mientras los agentes controlaban la escena. “Tenía sangre en la cara y en sus botas, pero no en la ropa. Parecía tranquilo, sin expresión alguna”, describió la vecina sobre el joven detenido.

Minutos después, Hurstel salió de la vivienda con las manos en alto y fue arrestado sin ofrecer resistencia. Fue trasladado a la comisaría 120 y luego al hospital, donde sufrió una convulsión mientras era llevado al tribunal de Staten Island para su comparecencia inicial.

Una familia marcada por la enfermedad mental

El New York Post señala que Hurstel no tenía antecedentes penales, pero sí un historial documentado de esquizofrenia y autolesiones desde 2022. Las autoridades también confirmaron que la familia había tenido episodios previos de violencia doméstica. No está claro si los hermanos son hijos biológicos de ambos padres o si provienen de distintas uniones.

Un amigo cercano de la víctima, Louis Ortiz, declaró al diario que Casalaspro mantenía una relación de casi seis años con la madre del acusado. “Tuvieron sus altibajos con los niños, pero él la amaba. Este muchacho podía ser dulce, aunque siempre tenía problemas en la escuela por su salud mental”, relató Ortiz.

Otro vecino, Mariano Castro, de 36 años, dijo haber visto recientemente a Casalaspro y Hurstel compartiendo una barbacoa y cortando el césped juntos. “Parecían llevarse bien. Nadie se imaginaba algo así”, afirmó.

Según la reconstrucción policial, la tragedia comenzó en la mañana del lunes, cuando Hurstel discutió fuertemente con su madre. Casalaspro intervino pidiéndole que saliera a caminar para calmarse. El joven regresó más tarde y, al no encontrar a su madre, atacó brutalmente al hombre hasta causarle la muerte. Después intentó desmembrar y destruir el cuerpo.

La madre, tras recibir la llamada de su hija, llegó cuando ya el vecindario estaba repleto de patrullas, ambulancias y equipos forenses. Según testigos, gritó a los paramédicos: “No entren, no pueden ayudarlo. Su cabeza está en la bañera”.

Hurstel enfrenta cargos formales de asesinato y posesión ilegal de armas. Permanece bajo custodia policial y bajo observación médica. Las autoridades aún no han determinado si será sometido a evaluación psiquiátrica o si se invocará alguna defensa por incapacidad mental.

El crimen, descrito por las autoridades como “uno de los más perturbadores en la historia reciente de Staten Island”, ha reabierto el debate sobre la atención de salud mental para jóvenes con trastornos graves y la falta de intervención temprana en casos de riesgo.

Mientras la familia guarda silencio, los vecinos han comenzado a dejar flores y velas frente a la casa del horror en Cary Avenue, donde aún permanecen las cintas amarillas de la policía y la memoria de un acto que marcó profundamente a la comunidad.

Cronología de los hechos

4:20–4:30 p. m., lunes 6 de octubre. La policía responde a una llamada por una persona apuñalada en una vivienda de la avenida Cary, West Brighton. Al entrar, agentes localizan a Casalaspro sin vida, con múltiples heridas en la cabeza y el cuello; su cabeza había sido separada del cuerpo. Un cuchillo permanecía incrustado cuando llegaron los oficiales, según fuentes policiales citadas por NBC New York.

Inicialmente,  una adolescente de 16 años, hermana del acusado, entró al hogar y siguió rastros de sangre hasta el baño, donde vio el cuerpo. Llamó a su madre y, posteriormente, la policía tomó bajo custodia a Hurstel en la escena, sin resistencia.

 El martes 7 de octubre, el Departamento de Policía y la Fiscalía del distrito de Staten Island confirmaron que Hurstel sería presentado en corte y enfrentaría cargos de asesinato en segundo grado y posesión criminal de un arma.

 El miércoles 8 de octubre de 2025 (madrugada), ABC7NY informa formalmente que Hurstel está acusado (charged) de asesinato y arma, y ratifica la identidad de la víctima como Anthony Casalaspro, de 45 años.

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