Iglesia católica en Nueva York suspende el vino en misas por temor al contagio del coronavirus
NUEVA YORK._ La iglesia católica de Nueva York, no suspenderá la comunión con el cáliz por el temor de los feligreses a contagiarse con el coronavirus, que además de reducir en un gran porcentaje el turismo y comercio en el Barrio Chino, está llevando a agresiones físicas contra los asiáticos residentes en la ciudad, como parte de la llamada Chinofobia de muchos neoyorquinos.
El canal por cable NY 1 News de la compañía Spectrum, dijo que la medida comenzará primero en 186 parroquias de Brooklyn y que el arzobispo de ese condado, Anthony DiMarzio dio instrucciones a todos los párrocos para que el ritual se reduzca solo a la hostia.
Las iglesias en las que se iniciará la suspensión de ofrecer el vino, cuentan con más de de 1.5 millones de feligreses.
Sacerdotes de varias iglesias en Brooklyn, que declinaron identificarse confirmaron que la medida es temporal y que el milenario rito del pan y vino en la denominada eucaristía será mutilado hasta que se llegue al control del virus.
Se dijo que en Queens, donde hay la mayor población de inmigrantes de diferentes países de Asia, también se pondría en práctica la suspensión del vino.
El párroco de la iglesia Reina de Los Ángeles en Queens, Brian P. Down, señaló que la suspensión es para prevenir el contagio con el coronavirus.
Se recuerda que en 2017, la arquidiócesis de Brooklyn, hizo lo propio por una alerta sobre el contagio de la fiebre porcina.
Como parte de la chinofobia en Nueva York, las masivas visitas al Barrio Chino en el Bajo Manhattan y la actividad comercial en la calle Canal, principal arteria comercial y otras áreas, se están sufriendo una drástica reducción, mientras los representantes legislativos y activistas comunitarios del vecindario, con casi 2 millones de residentes, están llamando a la población a no dejarse influenciar por la propaganda negativa.
Pero el fin de semana, una mujer china que viajaba en un tren en Manhattan, fue interceptada por un hombre afroamericano que le reclamó que si ella levaba una mascarilla, estaba “enferma” del coronavirus.
La mujer le aclaró que solo se protegía, y el agresor, comenzó a golpearla varias veces en presencia de cientos de pasajeros del sistema subterráneo de trenes.
La policía ha calificado el asalto como un crimen de odio.