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Informe de EE.UU sobre cárceles RD refleja peligro para la vida, abusos físicos y malas condiciones sanitarias

“Algunas prisiones del viejo modelo siguieron estando efectivamente fuera del control de las autoridades, ya que los guardianes a menudo sólo controlan el perímetro, mientras que los reclusos controlan el interior con sus propias normas y sistemas de justicia. Se recibieron informes sobre tráfico de drogas, tráfico de armas, prostitución y abusos sexuales en esas prisiones”.
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Santo Domingo, RD: Según el informe correspondiente al año 2022 elaborado por El Departamento de Estado de EE.UU sobre la situación del sistema penitenciario dominicano, la situación es bastante inquietante y establece que, el sistema penitenciario consta de prisiones del “nuevo modelo”, denominadas centros correccionales de rehabilitación (CRC), y prisiones del ” viejo modelo”, aunque no hay distinción legal entre ellas.

Según dicho reporte, las condiciones oscilaban entre el cumplimiento general de las normas internacionales en los CRC y condiciones duras y potencialmente mortales en las prisiones del viejo modelo debido al hacinamiento, la violencia, los abusos físicos y las deficientes condiciones de vida y sanitarias.

Condiciones físicas abusivas

“El hacinamiento y las condiciones insalubres continuaron siendo un problema en muchas prisiones y centros de detención de migrantes del viejo modelo, en particular en el centro de Haina. La mayoría de las prisiones del viejo modelo rebasaron su capacidad, mientras que los CRC no lo hicieron. La Victoria, la prisión más antigua, albergaba a 7.761 reclusos, aunque fue diseñada para una capacidad máxima de 2.103 reclusos”, dice textualmente el reporte de EE.UU.

“Según la Dirección de Prisiones, personal militar y policial custodia las prisiones del viejo modelo, mientras que un cuerpo civil entrenado custodia los CRC. Las denuncias de malos tratos y violencia en las prisiones del viejo modelo fueron comunes, así como los informes de acoso, extorsión y registros inapropiados a los visitantes de la prisión. “Algunas prisiones del viejo modelo siguieron estando efectivamente fuera del control de las autoridades, ya que los guardianes a menudo sólo controlan el perímetro, mientras que los reclusos controlan el interior con sus propias normas y sistemas de justicia. Se recibieron informes sobre tráfico de drogas, tráfico de armas, prostitución y abusos sexuales en esas prisiones”. Aunque la ley obliga a separar a los reclusos según la gravedad del delito, las autoridades no siguieron estas normas en las prisiones del viejo modelo”, establece el informe.
“En las prisiones del viejo modelo, las condiciones sanitarias y de salubridad fueron en general inadecuadas. Debido a la falta de espacio y de camas disponibles, así como a unas instalaciones sanitarias inadecuadas, algunos reclusos informaron de que tenían que dormir en los mismos pisos donde se veían obligados a hacer sus necesidades”, denuncia Estados Unidos.

“Los observadores informaron de condiciones inhumanas en los centros de detención de inmigrantes, sobre todo a finales del año 2022, cuando aumentaron las operaciones de detención y deportación y los centros estaban cada vez más abarrotados. Entre otras cosas, se informó de instalaciones abarrotadas sin acceso a camas ni asientos, de detenidos recluidos a la intemperie, de falta de acceso a aseos, de detenidos que hacían sus necesidades en el lugar donde estaban recluidos y de falta de acceso a alimentos o agua durante períodos que oscilaban entre varias horas y varios días. Según informes, en algunos centros de detención se servía una comida de mala calidad al mediodía, mientras que en otros no se servía comida ni agua en absoluto, ni siquiera a bebés y niños. También hubo informes creíbles de que agentes de la DGM cometieron actos de violencia sexual contra detenidos y de que la DGM no tomó las precauciones necesarias para separar a los detenidos de sexo masculino y femenino o separar a los adultos de los niños en sus centros de detención”, denunció Estados Unidos en su informe.

“Los funcionarios de prisiones no separan a los reclusos enfermos, salvo en el caso de los presos que presentaban síntomas de COVID-19. Los retrasos en recibir atención médica son habituales tanto en las prisiones del antiguo modelo como en los CRC. Todas las prisiones disponen de enfermerías, pero la mayoría de ellas no satisfacen las necesidades de la población reclusa. En la mayoría de los casos, los reclusos compran sus propios medicamentos o dependen de familiares o personas externas para que se los proporcionen. Según la Dirección de Prisiones, todas las prisiones facilitan tratamiento para el VIH y el sida, pero la CNDH afirmó que ninguna de las prisiones del viejo modelo están debidamente equipadas para proporcionar dicho tratamiento. La enfermedad es la causa principal de las muertes registradas en el sistema penitenciario”, continúa diciendo el reporte.

“En los CRC y en algunas prisiones del viejo modelo, un subconjunto de la población reclusa con discapacidades mentales recibe tratamiento, incluida terapia, para sus dolencias.  Sin embargo, en la mayoría de las prisiones del viejo modelo, el gobierno no presta servicios a los reclusos con discapacidades mentales.  En general, los servicios de salud mental prestados a los reclusos son inadecuados o no se ajustan a sus necesidades”, continúa diciendo el extenso informe.

Gobierno ha mentido sobre construcción de rampas de  accesos a discapacitados  en las cárceles dominicanas

El Departamento de Estado Norteamericano criticó en su informe al gobierno dominicano sobre la incoherencia en los informes oficiales sobre la accesibilidad a los reos discapacitados y la construcción de rampas de accesos. Porque mientras el gobierno informó de que instaló rampas para sillas de ruedas en algunas prisiones para reclusos con discapacidades físicas.  Las ONGs afirmaron que la mayoría de las prisiones no tienen el acceso a los reclusos con discapacidad.

 Administración, Arrestos o detenciones arbitrarios y Controles independientes

 El informe establece que las autoridades investigaron denuncias creíbles de malos tratos y el gobierno permitió las visitas y la supervisión de las prisiones por parte de observadores no gubernamentales, organizaciones internacionales y medios de comunicación, financiados y gestionados de forma independiente.  La CNDH, la Oficina Nacional de Defensa Pública, la Procuraduría General de la República y la administración penitenciaria de los CRC crearon conjuntamente comités de derechos humanos en cada CRC autorizados a realizar visitas sorpresa.  Sin embargo, no se concedió de forma sistemática acceso a las organizaciones de derechos humanos a los centros de detención de migrantes para su supervisión.

“La Constitución prohíbe las detenciones y encarcelamientos arbitrarios y establece el derecho de toda persona a impugnar ante un tribunal la legalidad de su detención.  En general, el gobierno cumplió este requisito, pero las detenciones y reclusiones arbitrarias siguen siendo un problema.  Los observadores de la sociedad civil informaron de un fuerte aumento de los arrestos y detenciones arbitrarios por parte de las autoridades de migración y otras fuerzas de seguridad de personas consideradas migrantes haitianos indocumentados, especialmente después de que el presidente Abinader anunciara que aumentarían las deportaciones en noviembre del año 2022”, continúa diciendo el informe.

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