Inteligencia artificial puede aprobar la universidad, según estudio

Un reciente estudio realizado por la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign ha explorado las posibilidades de la inteligencia artificial en la educación universitaria a través de un experimento: inscribir a ChatGPT, la IA desarrollada por OpenAI, en un curso de ingeniería aeroespacial.
Los resultados del estudio han arrojado luces y sombras sobre las capacidades de las IA en contextos académicos complejos, generando un intenso debate sobre su papel en el futuro del aprendizaje.
A lo largo del semestre, la versión gratuita de ChatGPT se vistió con la toga de estudiante, enfrentándose a retos que tradicionalmente desafían a los alumnos humanos, desde problemas de sistemas de control hasta matemáticas aplicadas.
Aunque la IA sorprendió en las etapas iniciales con un desempeño sobresaliente en tareas estructuradas y cálculos numéricos, su rendimiento disminuyó en gran manera en cuestiones que exigían un mayor grado de razonamiento crítico y creatividad.
El estudio encontró que, en situaciones donde el problema era claro y los pasos definidos, ChatGPT lograba un alto desempeño. Durante las primeras semanas, sus calificaciones reflejaron un nivel equivalente a un sobresaliente, poniendo de manifiesto su habilidad para procesar datos estructurados.
Sin embargo, a medida que el curso avanzaba y las tareas se tornaban más complejas, su eficiencia decreció. Para tareas que requerían interpretación de datos o creatividad, solía decir “oscilaciones cuasiperiódicas”, una terminología no cubierta por el curso.
Esta dificultad para razonar críticamente y generar soluciones novedosas pone de relieve que, mientras las IA pueden automatizar cálculos y operaciones básicas, su integración efectiva en el aprendizaje superior requiere ajustes, tanto en el diseño de las mismas como en la metodología educativa que las incorpora.