Islamistas defienden su inocencia 20 años después de los atentados de Casablanca
RABAT.- Un medio centenar de islamistas radicales se manifestaron este martes en Rabat, con motivo del 20 aniversario de los atentados terroristas de Casablanca, para defender su inocencia y exigir una nueva investigación sobre dichos ataques.
Los participantes en la protesta, todos hombres con barba y la mayoría de ellos vestidos con prendas típicas de los islamistas, corearon consignas en las que acusaron a las autoridades de permitir los ataques para justificar la aprobación de una ley antiterrorista, que, según ellos, no gozaba de un gran apoyo político por restringir las libertades.
Asimismo, consideraron que los atentados, cometidos por doce suicidas y que dejaron 45 muertos (incluidos los atacantes), se produjeron en el marco de presiones de EE.UU. (país al que calificaron de «tirano») para que Marruecos se adhiriera a su estrategia antiterrorista, lanzada después de los ataques del 11 de septiembre 2001.
Los organizadores de la protesta, convocada por una coordinadora de antiguos detenidos islamistas frente a la sede del Parlamento en Rabat, elogiaron la «resistencia» en las prisiones de «miles de detenidos» salafistas tras dichos ataques, a los que calificaron de «héroes» y «leones».
Durante la protesta, los participantes levantaron pancartas que acusaban a las autoridades de «torturar» y «violar» a los detenidos, mientras simulaban maltratar a arrestados y obligarles a firmar declaraciones.
En un comunicado leído durante la protesta, los manifestantes pidieron que se investiguen también las «violaciones» que sufrieron los reos islamistas que fueron arrestados después de los atentados en diferentes ciudades del país.
Los atentados, perpetrados por doce jóvenes de Casablanca conectados con redes yihadistas internacionales, ocurrieron en un momento de auge del islamismo radical en Marruecos, que había cogido fuerza con los ataques de Nueva York de 2001.
Tras ellos, las autoridades marroquíes llevaron a cabo detenciones masivas de islamistas que mermaron su presencia en el país magrebí y reforzaron su control sobre las mezquitas, que eran el principal espacio de adoctrinamiento y reclutamiento yihadista.
En 2011 con las primaveras árabes y en 2014 con la creación del Estado Islámico, el yihadismo se volvió más presente en el país y cientos de islamistas se desplazaron a Siria o Irak a luchar en sus filas. Desde 2015, el órgano antiterrorista marroquí ha desarticulado 90 células terroristas.
Este martes, supervivientes y familiares de los fallecidos en esos atentados terroristas conmemoraron los ataques junto a la placa a las víctimas erigida en la céntrica plaza Mohamed V de Casablanca, donde colocaron retratos de los muertos.
Los ataques ocurrieron en la noche del 16 de mayo de 2003 cuando doce terroristas detonaron sus cinturones explosivos en cinco lugares distintos en Casablanca, frecuentados por turistas y judíos, mataron a 33 personas (entre ellas cuatro españoles, tres franceses y un italiano) y causaron también más de cien heridos.
Alrededor de 3.000 personas fueron arrestadas después de estos ataques, de las cuales 2.112 fueron juzgadas y 903 condenadas, entre ellas 17 a penas de muerte. Actualmente, solo 20 están en la cárcel cumpliendo condenas de entre 25 años y la pena de muerte.