Israel ataca objetivos nucleares en Irán y provoca respuesta con drones
Redacción Central | Washington, D.C. — La tensión en Medio Oriente alcanzó este viernes uno de sus puntos más críticos en la última década. Israel ejecutó un ataque aéreo sin precedentes sobre instalaciones estratégicas en Irán, en lo que ha denominado Operación León Creciente, una ofensiva quirúrgica y masiva que ha dejado como saldo preliminar decenas de muertos, incluyendo a figuras de alto rango del aparato militar iraní.
El objetivo de la operación fue neutralizar capacidades nucleares y de defensa aérea iraníes. Según fuentes militares israelíes, más de 200 aviones participaron en el operativo, lanzando cerca de 330 misiles sobre más de un centenar de blancos militares, incluyendo la planta de enriquecimiento de uranio en Natanz, fábricas de misiles balísticos y centros de mando del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI).
Bajas en el alto mando iraní
Entre las víctimas fatales se encuentra el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, así como el jefe del Estado Mayor iraní, Mohammad Bagheri, y el comandante de la fuerza aeroespacial del CGRI, Amir Ali Hajizadeh. Además, medios oficiales iraníes han confirmado la muerte de al menos seis científicos vinculados al programa nuclear.
La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) informó que, aunque algunas instalaciones nucleares fueron dañadas, no se ha detectado fuga radiactiva ni contaminación en los alrededores.
Irán responde con drones
Pocas horas después, Irán activó su contraofensiva lanzando más de 100 drones Shahed hacia territorio israelí. Sin embargo, la mayoría fueron interceptados fuera del espacio aéreo israelí gracias a la colaboración militar con Jordania, Arabia Saudita y Siria, que permitieron la activación anticipada de sistemas antiaéreos israelíes.
Israel reportó daños menores y ninguna víctima civil, lo que llevó a desactivar la alerta de emergencia nacional en menos de dos horas.
Tensión regional y reacción internacional
La respuesta global ha sido inmediata. Estados Unidos, bajo la administración del presidente Donald Trump, respaldó la acción israelí y llamó a Irán a retomar las negociaciones nucleares suspendidas hace semanas. El mandatario advirtió que “si Teherán no vuelve a la mesa, enfrentará una respuesta aún más devastadora”.
Por su parte, Rusia, Turquía, la Unión Europea y China condenaron la operación israelí, calificándola de “provocación ilegal”. Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos instaron a una desescalada inmediata, aunque sin condenar explícitamente el accionar israelí.
Consecuencias económicas
La ofensiva ha sacudido los mercados internacionales:
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El precio del petróleo Brent subió un 8.4%, superando los $101 dólares por barril.
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Los índices bursátiles estadounidenses registraron caídas abruptas: el Dow Jones perdió 600 puntos en las primeras horas de la jornada.
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Las aerolíneas suspendieron vuelos sobre espacio aéreo iraní, israelí y saudí, mientras se emitieron alertas para ciudadanos extranjeros en la región.
En juego: el futuro del acuerdo nuclear
La próxima ronda de negociaciones nucleares en Omán, prevista para el 15 de junio, ha sido suspendida por Irán, que acusa a Washington de ser cómplice del ataque. Analistas temen que el actual conflicto termine por sepultar cualquier posibilidad de reactivación del acuerdo nuclear de 2015, lo que podría desencadenar una nueva carrera armamentista en la región.
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