Israel mata al jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán y a su cúpula militar en un ataque sorpresa

Teherán / Jerusalén — En lo que representa un giro dramático en la escalada de tensiones en Medio Oriente, el comandante en jefe del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) de Irán, el general Hossein Salami, murió la madrugada de este jueves tras un ataque aéreo israelí, según confirmaron medios estatales iraníes. Junto a Salami, también perdieron la vida el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Mohammad Bagheri, y su adjunto, el general Gholam Ali Rashid, en lo que se perfila como el golpe más grave al liderazgo militar iraní en décadas.
El ataque, que aún no ha sido oficialmente reivindicado por Israel, fue llevado a cabo con misiles de alta precisión contra una instalación militar en las afueras de Teherán. Fuentes cercanas a la inteligencia occidental sostienen que se trató de una operación quirúrgica con información previamente recopilada por satélites y agentes encubiertos.
Un golpe sin precedentes
El general Hossein Salami, al frente de la Guardia Revolucionaria desde 2019, era considerado el arquitecto de la política de disuasión militar iraní y un pilar del eje de resistencia contra Estados Unidos e Israel en la región. Su muerte marca una pérdida estratégica para el régimen de los ayatolás, que ha perdido en cuestión de horas a sus tres figuras militares más influyentes.
Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor, era responsable de la coordinación de todas las ramas de las Fuerzas Armadas iraníes y un veterano de la guerra Irán-Irak. Gholam Ali Rashid, su segundo, dirigía operaciones estratégicas conjuntas y era una figura clave en los vínculos militares con grupos aliados en Siria, Irak y el Líbano.
Reacción internacional y tensión regional
El gobierno iraní convocó a una reunión de emergencia del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y prometió una “respuesta devastadora”. El líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, decretó tres días de duelo nacional y advirtió que “la sangre derramada será vengada en todos los frentes posibles”.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, también denunció lo que llamó un “acto de terrorismo de Estado” y advirtió que la represalia será “más amplia que nunca”. En ciudades como Teherán, Mashhad y Qom, miles de personas han salido a las calles en marchas espontáneas, coreando eslóganes contra Israel y Estados Unidos.
En Israel, el gobierno de Benjamin Netanyahu mantiene silencio oficial, pero reforzó la presencia militar en el norte, en previsión de posibles ataques desde el Líbano o Siria por parte de Hezbolá, aliado directo de Irán. El ejército israelí también elevó su nivel de alerta en instalaciones diplomáticas y militares en el exterior.
Posible guerra regional
Analistas internacionales temen que este ataque pueda detonar una guerra regional abierta, en la que se involucren no solo Israel e Irán, sino también sus aliados y proxies en Líbano, Gaza, Siria e Irak. Washington, por su parte, pidió contención y aseguró no haber participado en la operación, aunque expresó su “firme respaldo al derecho de Israel a defenderse”.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha convocado una sesión urgente para discutir la escalada. Mientras tanto, en las bolsas internacionales, el precio del petróleo se disparó ante el temor de un conflicto mayor que afecte el estrecho de Ormuz, por donde transita casi el 20% del crudo mundial.
Contexto creciente de violencia
Este ataque se produce apenas semanas después de que Israel eliminara a altos comandantes de la Fuerza Quds en Siria y en plena ofensiva en Gaza. Irán, por su parte, había intensificado el envío de armamento a sus aliados regionales, incluyendo a las milicias chiíes en Irak y a los hutíes en Yemen.
La muerte de Salami, Bagheri y Rashid deja un vacío de poder que podría generar luchas internas en el aparato militar iraní, además de motivar acciones impulsivas de represalia.
Actualización en desarrollo.
El Faro Latino continuará informando sobre las repercusiones de este hecho histórico en la región y sus consecuencias geopolíticas.