Juez de Arizona niega solicitud del equipo de Trump de sellar evidencia en una demanda por conteo de votos
Un juez de la Corte Superior de Arizona negó una solicitud del equipo de reelección del presidente Trump para sellar pruebas en una demanda que alega que los trabajadores electorales del condado de Maricopa “rechazaron incorrectamente” los votos del día de las elecciones.
El juez Daniel Kiley estuvo de acuerdo con la afirmación de los funcionarios electorales de que el público “tiene derecho a saber qué tan endebles son en realidad las pruebas [de] los demandantes”.
Según Arizona Republic, la campaña de Trump afirmó que los trabajadores habían ignorado el procedimiento y que miles de boletas podrían haberse dejado sin contar o consideradas “sobrevotos”, pero los funcionarios de Maricopa estimaron el lunes que solo 180 boletas estaban potencialmente en peligro.
Es una cifra que dijeron que no “hará ni un ápice de diferencia”, según 12 News.
Arizona se puso del lado del exvicepresidente Joe Biden por un margen de 0,3 puntos porcentuales, con Biden superando al presidente Trump 49,4% a 49,1%, respectivamente.
Fue la primera vez que el estado históricamente rojo votó en azul desde la victoria del ex presidente Bill Clinton en 1996.
Aunque todavía se están contando los votos, a partir del lunes por la noche Biden todavía tenía una ventaja de 14,746 votos.
Muchos dijeron que el llamado a Arizona le dio la victoria al presidente electo Biden, aunque Trump se ha negado a ceder su posición.
La demanda fue presentada el sábado en asociación con el Partido Republicano de Arizona y el Comité Nacional Republicano.
En una moción del martes, el abogado Kory Langhofer dijo que la campaña de Trump planeaba presentar pruebas, incluida la alimentación desde el interior de un lugar de votación.
Alternativamente, el abogado del condado de Maricopa, Thomas Liddy, dijo que la Junta de Supervisores del condado de Maricopa, la secretaria de Estado demócrata Katie Hobbs y el registrador demócrata del condado, Adrian Fontes, no tenían ningún problema con la redacción de información protegida por la ley estatal.
Sin embargo, Liddy señaló que este caso “no era un desafío de la ley electoral estándar y corriente” y tomar imágenes dentro de 75 pies de un centro de votación sería un delito menor de Clase 2.