Jurado absuelve dominicana enjuiciada por el asesinato de novio en 1990 por falla de fiscales en testimonio de testigo
NUEVA YORK._ El jurado actuante en el juicio que se le siguió en la Corte Suprema Estatal de Manhattan, a la dominicana Zunilda Rosario, por el asesinato de su entonces novio Juan de León en 1990, la absolvió de todos los cargos y de inmediato quedó libre.
El veredicto, se basó en un tecnicismo legal que invocaron los abogados defensores de Rosario, cuando uno de los testigos en su contra, firmó una declaración incriminándola, pero en el juicio, dijo otra cosa.
Ella, mató a de León en el vestíbulo de un edificio en Harlem y luego huyó a Providence (Rhode Island), donde consiguió un trabajo como conductora de un autobús escolar y hacía pasteles para aumentar el dinero que ganaba.
Fue delatada por el referido testigo y arrestada en 2016, cuando regresó de un viaje a la República Dominicana, en el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York.
Varios testigos, dijeron que la vieron cuando disparó varios balazos a de León, después de advertirle a la víctima, que sería de ella para siempre, o de nadie.
Los testigos de la fiscalía, también la describieron como una mujer violenta, celosa compulsiva y que participaba en transacciones de drogas, junto a de León.
Uno de los testigos, Roberto José Carvajal, que fue formaba parte de la narco banda que dirigía de León y fue deportado en 2007 a República Dominicana después de cumplir una condena por drogas, fue traído de vuelta a Nueva York para que a cambio de la residencia permanente, testificara contra ella.
Los fiscales dijeron a los jurados que Rosario era que hace casi 30 años, una mujer despreciable que asesinó a sangre fría a su ex novio, un traficante de drogas en el vestíbulo del edificio que era un antro de tráfico de cocaína y heroína.
Rosario, sollozó con la cabeza baja sobre la mesa de la defensa cuando la guardiana del jurado, leyó el veredicto, con el fallo de “no culpable”.
Las dos hijas adultas de Rosario y sus dos hermanas saltaron de sus asientos en el tribunal y gritaron de alegría.
El veredicto ayer en la tarde, les tomó menos de un día de deliberaciones a los jurados y cuatro días de testimonios en el juicio.
El miércoles, los abogados defensores de Rosario, Frank Rothman y Adam Konta argumentaron que los fiscales habían fallado antes del juicio para entregar una declaración firmada en 1990 de un testigo clave.
En la declaración, el testigo había afirmado que Rosario llamó a la puerta de de León antes del tiroteo, una declaración que contradijo la de otros testigos y lo que ella misma les dijo a los jurados la semana pasada.
«Quiero darles las gracias a todos», dijo Rosario cuando salía de la corte.
Cuando se le preguntó cómo se sentía después del veredicto, sonrió ampliamente, y respondió que fue increíble, e impresionante.
Al preguntarle sobre sus planes para el futuro, dijo que volverá a conducir el autobús escolar.
Una de sus hijas, Joevelyn, de 29 años, dijo que la absolución de su madre es su mejor regalo de cumpleaños, ya que cumplirá 30 el martes y espera celebrarlo junto a su mamá y toda la familia.