Kamala Harris debería dejar de reírse de cosas que no hacen gracia

Nueva York: Se hace urgente que los estrategas demócratas controlen la actitud desenfrenada de la candidata presidencial Kamala Harris, cuya risa fuera de contexto puede perjudicar al partido de diferentes maneras. Esta actitud está generando una percepción de insensibilidad, ya que Harris se ríe incluso en momentos serios o graves.

Mucha gente piensa que Harris da la impresión de no tomar en serio los problemas, una actitud que podría alejar a los votantes que entienden que las amenazas que enfrenta Estados Unidos en el contexto geopolítico requieren líderes empáticos y más serios.

La campaña de Trump trata de convencer a los votantes de que Harris está “loca” por su risa. El foco en la risa de la vicepresidenta es la última maniobra de una antigua práctica de etiquetar las emociones de las mujeres como histéricas. Ella está siendo criticada por su raza, género, estado parental y ahora por su risa.

Los conservadores han calificado su risa de “loca”, “chiflada” y “cacareada.” Aunque el lenguaje utilizado para describirla está cargado de sexismo, ya está empezando a surtir efecto. Durante una parada de campaña la semana pasada, el expresidente Donald Trump se burló de la risa de Harris y la llamó “Kamala risueña”. “Se puede saber mucho por una risa”, dijo. “Está loca, está chiflada”.

De por sí, la candidata presidencial demócrata ya enfrenta este tipo de problemas de estereotipos de género, algo que también afectó a Hillary Clinton, quien enfrentó un escrutinio adicional sobre su comportamiento y expresiones emocionales. La risa fuera de contexto de Harris puede seguir alimentando estereotipos negativos y perjudicarla, creando una percepción negativa de competencia y seriedad.

 La risa de Kamala Harris ya está erosionando la confianza, incluso en el segmento de votantes femeninas. Las mujeres demócratas ya están viendo esta risa fuera de contexto como una razón más para desconfiar del liderazgo demócrata, lo que puede afectar su candidatura en las elecciones de noviembre, según los expertos.

Es crucial para los demócratas manejar cuidadosamente la narrativa y proporcionar el contexto adecuado para evitar que tales incidentes se conviertan en un problema significativo.