La agropecuaria tiene “el juego en contra” por conflicto Rusia-Ucrania
La pandemia de covid-19 le impuso serios desafíos a la agropecuaria dominicana y a la mundial. El conflicto armado entre Rusia y Ucrania lo ha complicado mucho más.
Rusia es uno de los principales exportadores y productores de trigo del mundo y Ucrania es el granero de Europa. Es un país que en general produce bastante maíz y bastante trigo.
En el caso del maíz, Ucrania exporta el 17 % de todo el que se exporta en el mundo (cerca de 33 millones de toneladas), y en el caso del trigo también es un jugador importante, porque exporta cerca de 30 millones de toneladas en el año.
Para República Dominicana podría parecer que una situación que se da lejos no importa mucho. El economista agrícola Winston E. Marte aporta elementos puntuales para indicar lo contrario: “Esto que está ocurriendo se ha traducido en alzas de precios de los fletes de materias primas y de insumos (fertilizantes, urea, potasio, fósforo), en el maíz, el trigo, soya y aceites y grasa vegetal, en sentido general, que son de alta importancia para la agropecuaria nacional”, plantea.
Lo hace, en referencia inicialmente a los estragos dejados por la crisis sanitaria, y luego a todo lo que ha estado ocurriendo desde la semana pasada en Ucrania. Winston Marte, ingeniero agrónomo de profesión, con maestría y doctorado en Ciencias Agrícolas, graduado de la Universidad de Kyushu, Fukuoka, Japón, deja claro que Rusia es -adicionalmente- el segundo mayor exportador de gas natural en el mundo y el gas es usado para procesar la urea en el mundo.
La urea es un componente fundamental para los fertilizantes que se usan a nivel global en distintos cultivos, incluyendo en República Dominicana, una nación que es eminentemente agrícola.
Antes de la pandemia y en el curso de ésta, ya el sector productivo local había sufrido incrementos de precios.
Ahora se tiene el agravante de que –dado el conflicto citado- las naciones envueltas en él están muy limitadas a exportar maíz y trigo y el tema del gas para procesamiento de la urea está presionando al alza a los precios de esos commodities. Se trata de un “efecto dominó”.
En el caso del trigo y el maíz, apenas dos días después del inicio de la guerra se incrementaron en un 10 % en sus costos. Los fertilizantes ya se han incrementado en una proporción mucho mayor, en algunos casos, en el 100 %, calcula el economista agrícola. Los números que maneja Winston Marte, profesor de la Escuela de ingeniería agronómica de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), consultor y productor agropecuario, indican que en la prepandemia, una tonelada métrica de maíz costaba entre 170 y 180 dólares y actualmente cuesta 320 dólares. Es un tema que lleva a pensar bastante y genera cierta inquietud.
En el caso del trigo, costaba cerca de 220 dólares y actualmente 430 dólares. Los fertilizantes se han más que duplicado y eso tiene una implicación directa en los costos de producción de todos los cultivos de República Dominicana y de manera especial en los productos pecuarios, como la carne de pollo, huevo y cerdo. Pero también podría este comportamiento de precios desvelar a quienes están inmersos en el negocio de ganadería, sea esta de carne o de leche (se llama doble propósito).
“Yo pienso que los efectos comenzarán a sentirse en la población dominicana entre un mes y dos meses, porque ya hay problema de la oferta de estos productos en el mercado. Cuando hablo de problemas, me refiero expresamente a que estos países (Ucrania y Rusia) ya no pueden comercializar de manera normal los productos que tradicionalmente comercializaban (trigo, maíz, gas natural). Eso disminuye la oferta, y al disminuirla, los precios se incrementan”, pronostica Marte, en conversación con elCaribe y CDN, canal 37.
Y agrega: “Ahora bien… hay otro efecto que se va sentir mucho más rápido y tiene que ver con el incremento del barril de petróleo, que ya ha sobrepasado los cien dólares. Las proyecciones son al alza”, indica. El petróleo intermedio de Texas cerró ayer a US$107.67.
Los combustibles tienen un componente y un peso importante en la formación de los costos de producción a nivel local, tomando en cuenta que hay que transportar materias primas desde los centros logísticos, como los puertos y aeropuertos hacia los centros de producción -por un lado-, y por el otro, los productos como el arroz, de musáceas (plátanos y guineos), papa, zanahoria, leche y otros- se transportan desde el campo hacia los centros de consumo y hacia las ciudades, como Santiago, Santo Domingo, La Vega y San Francisco de Macorís, entre otras, usando combustibles.
“Aquí está el desafío de elevar la productividad”
“La agropecuaria es un pilar fundamental de la economía del país. Debemos abogar porque la agropecuaria sea cada vez más apoyada y fortalecida, porque estamos hablando de garantizar los alimentos que demanda la República Dominicana”, expuso Winston Marte en la conversación, sostenida a media mañana.
“Hay dos países en guerra y hay conflicto en término del suministro de ciertas materias primas que necesita el mundo, no solo la República Dominicana. Eso, igual que la pandemia, son señales claras de la importancia que debemos dar cada uno de los países al sector agropecuario”, agregó.