Video: La ciudad que nunca duerme podría cerrarse en 48 horas.
Nueva York:El alcalde Bill de Blasio en los últimos días ha tomado decisiones radicales, como cerrar las escuelas hasta el 20 de abril, limitar el servicio de restaurantes solo para entregas y detener otras formas de entretenimiento. Además, los clubes nocturnos, las salas de cine, los teatros de Broadway y las salas de conciertos han cerrado sus puertas, ya que los funcionarios de salud han señalado la necesidad de distanciamiento social.
Esta vez, el alcalde, Bill de Blasio, dijo el martes que estaba considerando la posibilidad de imponer un refugio en el lugar, lo que esencialmente requeriría que los residentes permanezcan en sus hogares y mantengan el contacto social externo al mínimo para frenar la propagación del coronavirus en la ciudad más grande del país.
«Los neoyorquinos deberían estar preparados ahora mismo para la posibilidad de un pedido de refugio en el lugar. La decisión se tomará en las próximas 48 horas», dijo Bill de Blasio.
Si se impusiera la orden en la ciudad de Nueva York, seguiría el ejemplo de varios condados en el Área de la Bahía, incluidos San Francisco y Oakland, que ahora prohíben que alguien salga de sus hogares «excepto por necesidades esenciales».
De Blasio reconoció que los neoyorquinos enfrentan «desafíos tremendamente sustanciales» si se impone esta orden.
«No me tomo esto a la ligera», dijo. «La gente tiene que entender que en este momento, con tantos neoyorquinos perdiendo empleo, perdiendo sueldos, lidiando con todo tipo de tensiones, escucho constantemente de personas que están tremendamente preocupadas por cómo van a llegar a fin de mes». Dijo.
«En ese escenario, un refugio en el lugar plantea muchas preguntas», dijo el alcalde. «¿Qué va a pasar con las personas que no tienen dinero?», se preguntó.
La ciudad de Nueva York, que alberga a más de 8 millones de personas, ha visto más de 460 casos de coronavirus y registró al menos siete muertes desde que el brote comenzó a afectar a Estados Unidos a fines de enero.
Los líderes en Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut también han coordinado esfuerzos para frenar las interacciones sociales al prohibir multitudes de 50 o más personas, incluso para eventos privados.
