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La comunicación política en tiempos de crisis.

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Por: Ramón Reví

En la comunicación política, decir lo que los medios tradicionales y las redes sociales saben; es intentar disfrazar al público la gravedad de lo que sabe.

A la pregunta del veterano corresponsal de la Casa Blanca, Jim Miklaszewki, sobre las evidencias que se decía tener, de que el Gobierno de Irak estaba suministrando a los terroristas armas de destrucción masivas; el entonces Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Donald Rumsfeld, respondió de la manera siguiente:

“Como sabemos, hay hechos conocidos que con certeza conocemos: cosas que sabemos que sabemos. También sabemos que hay incógnitas conocidas: es decir, cosas que no sabemos. Pero también hay incógnitas desconocidas: lo que no sabemos que no sabemos”. Su controversial respuesta parecía dos cosas: un acertijo ó una evasiva. Sin embargo, a pesar de que no complació a todos, la mayoría dijo que fue una salida muy inteligente.

Que dice la historia sobre la comunicación política; en tiempos de crisis.

Al asumir la presidencia de los Estados Unidos, en pleno desarrollo de la Gran Depresión, en el año de 1933, Franklin Delano Roosevelt inició los llamados Fireside Chat (conversaciones junto al fuego). En estas alocuciones radiales y televisivas el presidente le explicaba al pueblo sus planes para sortear la crisis; eran verdaderas cátedras sobre ejecutorias públicas. Estas conversaciones, fueron su plataforma para exponer las políticas de su “New Deal” (Nuevo Acuerdo), mensajes claros y súper efectivos; que el pueblo norteamericano valoró en su justa dimensión.

El Profesor Juan Bosch, uno de los políticos más didácticos que haya conocido nuestro continente, decía que al pueblo había que hablarle en su lenguaje, con palabras sencillas; para que el ciudadano común pudiera captar rápidamente el mensaje. Tras su regreso al país, después un largo exilio, inició una serie de alocuciones, en un programa radial llamado “Tribuna Democrática”. Desde allí, orientaba a la ciudadanía de diversos temas; sobre todo económicos y políticos. Se podría decir que estas intervenciones de Bosch eran la versión caribeña de los Fireside Chat de Roosevelt.

Cuando un Gobernante se dirige al pueblo en medio de una crisis de las dimensiones por la que atraviesa el mundo; debe cuidar tres aspectos fundamentales en su mensaje: 1. Que su discurso encierre la menor cantidad de signos de interrogación, 2. Que al abordar la crisis, presente la solución rápida de algunos de los problemas más acuciantes, que este padeciendo la población, y 3. Que su mensaje sea alentador, sin tintes, ni demagogias: En tiempos de calamidad, la ciudanía valora la honestidad y la coherencia del discurso de su Gobernante y repudia que se le trate de ocultar lo que ya sabe.

Las lecciones aprendidas. 

El trigésimo segundo presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, nos enseñó -en su primer año de Gobierno, durante la Gran Depresión- que la comunicación política efectiva; es aquella que logra conseguir sus objetivos; planteando la gravedad de la situación y su posible solución, con la menor suspicacia. Mientras que la experiencia de su antecesor, Herbert Hoover -el candidato que en su campaña electoral habló del American Dream (el Sueño Americano), y que luego de ganar holgadamente la presidencia en el 1929, su popularidad se desvalúo en términos dramáticos- le enseño a Roosevelt, que la credibilidad del Gobernante es un pilar fundamental; para salir airoso en tiempos de crisis.

En el ámbito nacional, de los políticos a los cuales he bautizado como “carismáticos e ilustrados”, entre los que se encuentran el Profesor Juan Bosch, el Dr. Joaquín Balaguer, y el Dr. José Francisco Peña Gómez, y entre los que incluyo al Dr. Leonel Fernández;  el único, por razones obvias que se encuentra activo y que por sus atributos lo podríamos equiparar -en términos de comunicación política efectiva- al profesor Juan Bosch, es el expresidente Leonel Fernández.

El Dr. Fernández fue profesor de comunicación en su alma mater -la UASD- y es reconocido -hasta por sus acérrimos opositores- como un orador brillante. Atributo, que le ha granjeado un lugar privilegiado a nivel local e internacional y le ha servido para despejar su camino a la presidencia de la República, en tres oportunidades. Comunicar es ante todo ciencia, pero cuando se trata de comunicación política efectiva, esta es ciencia y arte; algo que muy pocos políticos locales logran combinar.

Durante sus mandatos, el Dr. Fernández, se vio en la obligación de manejar dos grandes crisis: la ocurrida durante el Gobierno de su antecesor, el expresidente Hipólito Mejía; con la quiebra de uno de uno de los principales bancos del país y el colapso de la economía nacional (año 2004), y la crisis financiera global, provocada por el fraude de las “Hipotecas Subprime” en el mercado inmobiliario de los Estados Unidos (años 2007, 2008).

Durante estas crisis, el Dr. Leonel Fernández demostró, que a nivel de la región es de los pocos políticos que conoce y maneja a la perfección; las herramientas de la comunicación política en tiempos de crisis.

El autor es abogado y analista político, reside en la ciudad de Washington, D.C.

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