La dinastía Tatis hace historia en el béisbol dominicano
SANTO DOMINGO.- Cuando las pelotas bateadas por Fernando Tatis Jr. vuelan por los estadios del mundo, junto a ellas va el sello indiscutible de una dinastía que hace historia en el béisbol dominicano.
En la República Dominicana existieron y existen combinaciones de padre e hijo, los cuales han brillado en los terrenos, tales como son los casos de Felipe y Moisés Alou; Julián y Stanley Javier y Vladimir junto a Vladimir Jr., por solo citar tres casos, pero que un nieto lo haya hecho es algo inédito.
Por su parte, en las Grandes Ligas de los Estados Unidos, solo cuatro familias vieron pasar tres generaciones por los terrenoss: los Bell (Gus, Buddy y David); los Boone (Ray, Bob y Aaron); los Coleman (Joe, Joe Jr. y Casey) y los Hairston (Sammy, Jerry y Jerry Jr.).
El caso de Fernando Tatis Jr. hoy ocupa espacios en los medios de prensa del país debido a que el oriundo de San Pedro de Macorís, tiene una actuación en tierras estadounidenses digna de encomio.
El muchacho, quien ha impuesto junto con su calidad una forma peculiar de festejar cuando da un buen batazo, o conecta un cuadrangular, que no son pocas veces, es un exponente genuino de una familia de peloteros.
Su abuelo Fernando Antonio Tatis jugó 10 años en las ligas menores de los Astros de Houston (1969-1978) como infielder y militó con el equipo dominicano Leones del Escogido en la década de 1970.
Su papá, el exantesalista Fernando Tatis, famoso por conectar dos grand slams en una entrada, jugó nueve años en la pelota de los Estados Unidos hasta colgar sus spikes a mediados de 2014, con 39 años, cuando se desempeñaba con los Vaqueros de Laguna en México.
Tatís II bateó de por vida 265, con 807 hits, 113 jonrones y 448 carreras impulsadas tras 949 juegos con los uniformes de Rangers de Texas, Cardenales de San Luis, Expos de Montreal, Orioles de Baltimore y Mets de Nueva York.
Y por si fuera poco, su hermano Elijah Tatis también es jugador, y fue firmado por los Medias Blancas de Chicago, veremos si se suma en grande a la dinastía y continúan haciendo historia.
El fenómeno Tatís Jr. tenía 16 años cuando firmó en 2015 con los Medias Blancas de Chicago y 17 cuando los Padres de San Diego lo adquirieron en 2016, en uno de los canjes más desiguales de tiempos reciente por James Shields, ya retirado, algo que seguramente hoy les debe pesar.
El actual campo corto de los Padres debutó por la puerta ancha en 2019, momento en el cual causó sensación, a tal punto que se ubicó tercero en la votación del Novato del Año de la Liga Nacional.
Sin embargo, ahora luce más fuerte y solvente con el guante y logró ser el primer torpedero que conecta 30 jonrones en sus primeros 100 juegos y el primero con 30 bambinazos y 20 robos.
Su paso por la ligas menores fue rápido y con tan solo 20 años de edad, le dieron la oportunidad de asumir la titularidad y el joven no decepcionó, sus cualidades defensivas y ofensivas lo hicieron destacar de inmediato.
En la pasada campaña se lesionó en la espalda y solo jugó 84 partidos con San Diego, pero en 334 turnos al bate, disparó 22 cuadrangulares, 13 dobles, seis triples y bateó para 317 con 53 impulsadas.
Esta atípica temporada ha sido de ensueño para el bisoño jugador quien batea para 310 de promedio y tiene nada más y nada ,menos, que 15 jonrones y 39 carreras impulsadas, en resumen, se robó el show de quienes siguen este deporte.
No obstante, Tatís Jr. piensa en grande y quiere seguir hasta el estrellato de los estelares.
En una de las entrevistas, el pelotero expresó que cuando firmó para jugar en Grandes Ligas, le dijo a su contraparte que deseaba que lo recordaran «como el Derek Jeter dominicano».
Realmente un deseo bien ambicioso por la gran carrera de Jeter, pero todo parece indicar que no hay nada imposible para quien derrocha talento a raudales y está enfocado en tener una larga y fructífera carrera en el deporte de los bolas y lo strikes.
Por supuesto, todo lo anterior si la salud lo acompaña y no se ve afectado por lesiones como la que tuvo el pasado año.
Hasta ahora Tatís Jr., con sus 1,92 metros de estatura y 217 libras de peso, parece estar hecho para empeños mayores y es un pelotero que junto a su poder y tacto, posee un brazo prodigioso y vuela sobre las bases cuando de correr se trata.
Recientemente, le preguntaron al extorpedero dominicano Rafaelín Ramírez acerca del futuro del heredero de los Tatís y este manifestó que «si tiene salud, será mejor que todos».
Y lo comparó con jugadores miembros del Salón de la Fama como Cal Ripken Jr., Ozzie Smith y con Robin Yount, Tony Fernández, Garry Templeton, Alfredo Griffin, Julio Franco y Dickie Thon, grupo de torpederos con quienes Ramírez coincidió en Grandes Ligas.
Los amantes del béisbol dentro y fuera de la República Dominicana, que se cuentan por millones, tienen a un joven a quien seguir, con talento y empeño y sobre todo, con muchos deseos de inscribir su nombre con letras doradas en este deporte.
¿Será el último de la dinastía Tatis? Eso está por ver, pues como expresamos suenan campanas cerca y puede que en un futuro cercano también tengamos un bisnieto bate en mano recordando a esa gran familia, la cual ha hecho del béisbol un culto.
Mientras, disfrutemos del actual representante de la dinastía….adelante Fernando Tatís Jr.