Inmanencia del desastre que le viene a Putin lo obligó a volver a cambiar de estrategia en Ucrania
Primeramente, Putin, tras haber planificado la invasión de Ucrania, acumulando cientos de miles de tropas rusas en la frontera, creyó que en una o dos semanas tomaría el control de Kiev y derrocaría al gobierno de Volodímir Oleksándrovich Zelenski. Primera equivocación del Kremlin; lejos de ello, Rusia en poco más de 4 semanas le habían matado a 9 generales del alto mando y un poco después perdía su buque insignia de la flota del Mar Negro, el “Moskva”, tras ser impactado por dos misiles antibuque ucranianos. Para el 25 de marzo de 2022 organismos independientes fijaron en 18.300 los soldados rusos muertos en el campo de batalla a manos del ejército ucraniano, el 20% de estos eran altos mandos oficiales y medios.
La OTAN cifra en 40.000 los soldados rusos muertos o heridos en Ucrania.Estimaciones arrojan un promedio de 500 soldados rusos muertos al día. Estos datos se basan en información facilitada por oficiales ucranianos, filtraciones del bando ruso y datos recogidos por varios servicios de inteligencia en el terreno del conflicto.
Es decir, la devastación que el sátrapa Putin está causando al agredido pueblo ucraniano, con todos sus crímenes de guerra y genocidio de lesa humanidad, parecen ser el resultado de la frustración y megalomanía de un tirano que las cosas no le salieron como había planificado.
Al no poder asaltar a la capital Kiev, se vio en la humillante posición de retirarse para luego contraatacar con rabia en contra de las poblaciones civiles indefensas, matando a mansalva a niños, mujeres y ancianos indiscriminadamente.
Concentró casi todo lo que tenía en la región del Dombás, para asaltarla y robarla, como los corsarios barbas negras del Caribe; no obstante, importantes analistas de guerra estima que sus avances han sido insignificantes, por lo que el miedo ha invadido al dictador Putin, razón por la que a partir del lunes 25 de abril empezó una nueva y criminal estrategia consistente en destruir todas las infraestructuras, que anteriormente había protegido cuando creía que iba a ponderarse de gran parte del país. Ahora todo esto cambió y la táctica es destruir los puentes, los ferrocarriles, el parque industrial de Ucrania y todo el sistema vial, infraestructuras petroleras, pero el pendejo no ha tocado sus propios conductos gasíferos.
Por eso continuó atacando el este y el sur de Ucrania el martes cuando Estados Unidos prometió “seguir moviendo cielo y tierra” para conseguir para Kiev las armas que necesita para enfrentar la nueva ofensiva.
Putin está entrando, no solo en pánico, sino en un estado de incertidumbre que casi lo ha puesto paranoico, blandiendo el botón nuclear, amenazando al mundo libre, a países como Inglaterra, Estados Unidos, que a pesar de la disuasión nuclear que posee Rusia, pueden volver a este país a la edad de piedra, en caso de equivocarse.
Por segundo día consecutivo, las explosiones sacudieron la región separatista de Trans-Dniéster en la vecina Moldavia, destruyendo dos poderosas antenas de radio cerca de la frontera con Ucrania y aumentando aún más los temores de que estalle un conflicto más amplio en toda Europa, porque parece que Rusia está viendo llegar la posibilidad de un revés en la invasión y parece que empezaron a no descartar una derrota, a pesar de la diferencia de poderío, o tal vez dejaron de subestimar los efectos sobre este conflicto que tiene la entrega de armamentos sofisticados a ucrania por parte de los países miembros de la OTAN.
El ataque a diversas infraestructuras en los últimos dos días que incluye una serie de objetivos en estaciones de ferrocarril que fueron protegidas de rusia, parece marcar un cambio importante en el enfoque de Putin y pueden dejar al descubierto que ya Rusia está perdiendo las esperanzas de preservarlas para su propio uso cuando se materializaran sus planes de robar esas regiones a Ucrania.
Dos meses después de la devastadora guerra, las armas occidentales han ayudado a Ucrania a detener la furia de la invasión rusa, pero el presidente Zelenski insiste en que Ucrania aún necesita mucho más. El secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, dijo que hay más ayuda en camino cuando convocó una reunión de funcionarios de alrededor de 40 países en la base aérea de EE. UU. en Ramstein, Alemania, para asegurarse que reciba todo lo que necesita, con la batalla potencialmente fundamental por el este en marcha, EE. UU. y sus aliados de la OTAN se esfuerzan por entregar artillería y otras armas pesadas que permita a Ucrania librar esta batalla decisiva.