La mortalidad infantil en el mundo es “alarmante”, advierte la ONU
Cinco millones de menores de 5 años murieron en 2021, un número «alarmante» pese a los avances registrados desde principios de siglo, advirtieron este martes varias agencias de la ONU.
«El hecho de que hayan muerto 5 millones de menores en 2021 antes de llegar a su quinto cumpleaños es alarmante dada la disponibilidad de conocimientos y de acciones para impedir estas muertes», asegura el informe elaborado por varias organizaciones, entre ellas Unicef, la Organización Mundial de la Salud o el Banco Mundial.
Casi la mitad de las muertes (2,3 millones) se produjeron en el primer mes de existencia, debido principalmente a complicaciones durante el parto o que fueron prematuros. Después del primer mes, las enfermedades infecciosas, en particular la pneumonía, la diarrea o el paludismo, son las principales amenazas.
El informe denuncia estas muertes «intolerables» porque son «ampliamente evitables», ya que podrían haber recibido mejor atención durante el parto, mejor alimentación, vacunas o mejor calidad del agua.
Pero mientras la pandemia de covid-19 ha obstaculizado las campañas de vacunación, dos millones de menores se han visto privados de vacunas esenciales en 2021 con relación a 2020, y 6 millones menos que en 2019, recuerda el informe.
No obstante, las agencias ven señales positivas. La tasa de mortalidad de los menores de cinco años se ha reducido en un 50% desde 2000 y la de muertes en el parto también cayó un 35%.
En 2021, el número de bebés mortinatos se estimó en 1,9 millones, según un segundo informe de las mismas agencias publicado el martes.
Pero «desde 2010 se ha registrado una neta ralentización de los avances», señalan las agencias en un comunicado. «En ausencia de medidas rápidas que permitan mejorar los servicios de salud, las organizaciones internacionales prevén cerca de 59 millones de muertes de menores y de jóvenes antes de 2030, a los que se sumarán 16 millones de mortinatos», subrayan.
El informe resalta las desigualdades en el mundo, ya que hay menores que no tienen en absoluto las mismas posibilidades de sobrevivir de una región a otra. Los niños del África subsahariana son quienes tienen mayor riesgo de morir antes de cumplir los cinco años, seguidos por los del sureste asiático.
«La voluntad y el liderazgo político son indispensables para garantizar una financiación perenne de los cuidados de salud básicos, una de las inversiones más útiles que los países y los socios del desarrollo pueden hacer», comentó Juan Pablo Uribe, del Banco Mundial, en el comunicado