La OMS no tiene pruebas de que la viruela símica se transmita por transfusión de sangre
La directora técnica de viruela del mono de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Rosamund Lewis, ha apuntado que por el momento no se ha confirmado ningún caso de viruela del mono por transfusión de sangre.
«Hasta el momento no hay ningún caso de transmisión de viruela del mono por transfusión de sangre», ha explicado la experta en una rueda de prensa este miércoles desde Ginebra (Suiza).
En cuanto a otra posible forma de transmisión, el semen, Lewis ha detallado que «hay estudios que muestran ADN del virus en el semen, pero no sabemos si se transmite». «El contacto íntimo en una relación sexual permite la transmisión y el semen en sí puede contribuir a ello, pero todavía no lo sabemos», ha apostillado.
En base a toda esta evidencia científica, la experta ha recordado que la OMS recomienda el uso de preservativos como una medida de precaución porque «todavía no sabemos si la infección se transmite por el semen, pero también porque reduce el contacto piel con piel».
«Es preferible evitar completamente el contacto piel con piel con alguien que tiene viruela del mono pero como mínimo usar un preservativo reduce el riesgo», ha esgrimido.
La experta ha detallado que para protegerse de la viruela del mono «hay que limitar el contacto físico con alguien que tenga el virus, reducir el número de parejas sexuales, el sexo casual y las parejas nuevas».
Igualmente, ha insistido en que estas recomendaciones «son para cualquier persona que tenga múltiples parejas sexuales, no solo para los hombres que tienen sexo con hombres». «No es una enfermedad que se limita a un grupo específico. Lo que ocurre es que se está transmitiendo principalmente en un grupo de población: los hombres que se identifican como gay o bisexual. Pero el contacto físico de cualquier tipo con alguien infectado puede poner a cualquier persona en riesgo», ha remachado.
Por su parte, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha calificado de «alentadores» los datos a la baja en países como Canadá, Alemania o Países Bajos.
«Demuestra la eficacia de las intervenciones de salud pública y el compromiso de la comunidad para rastrear las infecciones y prevenir la transmisión. Estos signos confirman lo que hemos dicho sistemáticamente desde el principio: que con las medidas adecuadas, este es un brote que se puede detener. Y en las regiones donde no hay transmisión de animales a humanos, este es un virus que puede ser eliminado. Es posible que vivamos con la COVID-19 en el futuro inmediato, pero no tenemos que vivir con la viruela del mono», ha argumentado.
En cualquier caso, ha advertido de que la eliminación «no va a ocurrir así como así». «Se necesitan tres cosas: la evidencia de que es posible, que ahora empezamos a ver; la voluntad y el compromiso político; y la aplicación de las medidas de salud pública en las comunidades que más lo necesitan», ha enumerado.