La Pereza es el séptimo pecado capital
Nueva York: Mucho se ha discutido acerca del pecado; de acuerdo con la Biblia sagrada, el pecado se define como la violación consciente y voluntaria de las normas religiosas, o la violación de la ley divina. En el cristianismo, se sostiene que el pecado representa un insulto a Dios que distancia a las personas de él, de su propio prójimo y del mundo.
El término pecado emergió con el cristianismo, con sus orígenes en la tradición judía. En hebreo, el término para el pecado es jattá’th, que significa «errar». En el cristianismo, el pecado es el origen de todo el sufrimiento, perjuicio, desorientación y incertidumbre en el mundo. Se considera que el pecado deforma los corazones y altera la percepción de Dios, distanciando a los individuos de él.
En la escala de pecados cristianos, los pecados capitales, cardinales o mortales son los de mayor gravedad. Se denominan los pecados que provocan la generación de otros pecados. De acuerdo con este principio, la Pereza representa el séptimo pecado fundamental, precedido por la soberbia, avaricia, gula, lujuria, ira y envidia.
La pereza es vista como la madre, progenitora y pilar de todos los defectos, y obstaculiza la ejecución de las virtudes y valores humanos. La pereza es el pecado principal, el vicio, la negligencia, el tedio o el descuido que obstaculiza la realización de las tareas que deben realizarse. Es la flojedad, la negligencia, la apatía o la demora en efectuar acciones o movimientos.
Las 18 virtudes y valores humanos más destacados que contrastan con la pereza y están cercanos a la virtud de la diligencia: Evidencia. Vigilancia. Valor. Elección. Demanda. Trabajo. Defensa. Costumbre. Arbitraje. Maduración. Mortalidad. Obligación. Sistema. Beneficio. Constancia. Remuneración. Sacramento. Deseo.
La apatía también perjudica a aquellos que la observan en los demás, ya que les incita a imitarla, mediante comportamientos de vagancia, ociosidad, holgazanería, haraganería, zanganería, desdén, negligencia, entre otros. Es necesario realizar todas las acciones posibles para evitar que la pereza se manifieste externamente. El ejemplo que brindan las personas que actúan de manera constante con diligencia, esfuerzo, rapidez, entre otros.
Las 10 más graves repercusiones del hábito de la pereza:
1: La apatía perjudica el buen propósito de ofrecer a los demás las 3T’s (Tiempo, Talento y Tesoro).
2. La pereza es el adversario de la perfección, la constancia, la reverencia, el Plan de Vida, el amor hacia el prójimo, el cumplimiento de promesas, la lógica, la inteligencia, entre otros.
3. La pereza se refiere a la desagradable autoridad o predominio personal y a la aceptación del «yo primero» y del «yo quiero».
4: La falta de higiene es un problema en la sociedad contemporánea, a causa del deseo de todos de que las cosas se realicen ahora mismo, tanto en niños, jóvenes como en personas de edad avanzada.
5. La falta de coherencia promueve la falta de coherencia, la fatiga, la inflexibilidad, la relajación excesiva, la comodidad y el exceso de entretenimiento.
6. La falta de iniciativa obstaculiza la búsqueda de soluciones a los problemas, a los retos y a la mejora de nuestras habilidades.
7. La falta de habilidad impide lidiar con situaciones personales que necesitan ser solucionadas, incluso si resultan muy desagradables.
8. El aroma provoca: Abandono, indiferencia, desatención, indiferencia, indiferencia, indiferencia, indiferencia, indiferencia, indiferencia, abandono, desorden, indiferencia, ociosidad, falta de rigor, entre otros.
9. La pereza genera, el aburrimiento y la pereza genera aburrimiento. Es un ciclo perjudicial del cual algunos no logran, ni saben romper.
10. La falta de interés en aprender a manejar los retos y esfuerzos que la vida impone.