La última carta a Trump podría augurar el precipicio político del republicano
Por Esteban Cabrera
Nueva York: No existe un solo escenario en que los demócratas asimilen un segundo enfrentamiento entre el presidente Joe Biden y Donald Trump como candidatos presidenciales por los partidos demócrata y republicano en las venideras elecciones del 2024. Para evitar eso, no han tenido reparo ni en la conservación de lo más sagrado del establishment de Washington, DC (la figura presidencial).
Siendo presidente de EE.UU Donald J. Trump pasó a la historia por ser el primer presidente en enfrentar dos juicios políticos consecutivos en el Senado, muy a pesar de que los demócratas sabían que no prosperarían porque no contaban con el apoyo del Senado, controlado por los republicanos, pero de todos modos lo hicieron, solo para que pasara a la historia.
Luego de salir de la presidencia tras su derrota, no admitida en el 2020, Trump se ha tenido que enfrentar a lo nunca visto por un expresidente estadounidense:
• Es el primer expresidente de EE.UU declarado culpable de un delito de agresión sexual por, supuestamente, abusar sexualmente de la escritora E. Jean Carroll en la década de los 90.
• Es el primer exmandatario en la historia que ha sido imputado, en el caso que investiga el presunto intento de comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels para evitar que esta hiciera pública una supuesta relación sexual entre ambos.
• Es el primer expresidente en ser acusado por un fiscal de Manhattan de esos pagos en negro a una actriz porno
• Donal Trump tiene en su historial el ser condenado por un gran jurado de ser culpable de una supuesta violación sexual cuya única prueba es que el relato salió en un libro y una revista, a pesar de que Trump lo negara y explicara que no conocía a la escritora y que esta solo buscaba notoriedad para vender su libro.
• El expresidente Trump está acusado de organizar el asalto al Capitolio el día 6 de enero de 2020, cuya acusación la inicio el gobierno de Biden para determinar la posible implicación del exmandatario en los hechos revoltosos.
• Trump también está acusado de manejo ilegal de documentos clasificados, supuestamente encontrados en su residencia de Mar-a-Lago en Florida.
• La odisea del expresidente parece interminable, también tiene una investigación en curso en el estado de Georgia, por una supuesta manipulación electoral. Un fiscal del estado de Georgia está investigando los supuestos esfuerzos de Trump para anular su derrota electoral de 2020.
La última carta
Recientemente, Trump publicó que recibió una carta del Departamento de Justicia Norteamericano. Esa carta deja claro que él es un objetivo directo de una extensa investigación sobre sus intentos de manipular los resultados de las elecciones del 2020. Ese aviso tiene presagios desalentadores y fatales para las aspiraciones presidenciales del político del 2024.
Ha salido a relucir que fiscales federales han interrogado a testigos sobre una caótica reunión en la Casa Blanca donde se discutió el tema de la incautación de equipos de votación y el papel de los abogados en los complots para frustrar la transferencia de poder, según fuentes familiarizadas con la investigación. Además de entrevistar a los funcionarios electorales estatales que fueron sometidos a presión por los resultados de las elecciones en los días previos a los disturbios en el Capitolio de EE. UU. el 6 de enero, también discutieron con testigos los planes de los asociados de Trump para reclutar listas de falsos electores republicanos en los estados en disputa ganados por los demócratas y Joe Biden.
Este tipo de cartas vienen ante la inminencia de presentación de cargos criminales formales; en el caso de Trump, uno se produjo antes de su acusación el mes pasado por sospecha de acaparamiento ilegal de información confidencial en su propiedad de Florida, Mar-a-Lago.
La amplitud de la investigación contrasta marcadamente con la investigación considerablemente más enfocada de Smith sobre documentos secretos, incluso si no está claro cuándo se presentarán los cargos. La amplia variedad de testigos sirve como recordatorio de los turbulentos dos meses transcurridos entre la derrota de Trump en las elecciones y la insurrección en el Capitolio. Durante este tiempo, algunos de sus abogados y asesores apoyaron sus vanos intentos por retener la presidencia. Muchos otros le suplicaron que dimitiera o fueron acosados implacablemente para ayudar a cambiar el resultado.
Incluso antes de que Smith se hiciera cargo de la investigación sobre la interferencia electoral en noviembre pasado, los investigadores del Departamento de Justicia ya habían hablado con numerosos miembros de la administración Trump, incluido el jefe de gabinete del exvicepresidente Mike Pence y los ex principales abogados de la Casa Blanca. También examinaron la recaudación de fondos posterior a las elecciones y confiscaron los teléfonos celulares de numerosos abogados y funcionarios como posible evidencia.